La Vanguardia (1ª edición)

Jóvenes con diabetes

-

Tener una enfermedad es más complicado cuando eres niño que cuando eres adulto, porque implica una responsabi­lidad para la que un menor no está preparado. Cuando un niño sólo piensa en jugar, no entiende que tiene que empezar un tratamient­o importante con consecuenc­ias. Yo tengo 17 años y debuté en la diabetes hace tres semanas. Cuando eres pequeño, piensas que las enfermedad­es son de gente mayor y lo ves muy lejano. Por eso no me esperaba que me la diagnostic­aran.

Te afecta desde un primer momento porque la diabetes no viene sola, tienes que pasar por una serie de pruebas para comprobar que no haya otras partes de tu cuerpo afectadas. Esto te quita muchas horas: dejas de ir a clase, no sales tanto con tus amigos y, depende de la prueba, te sientes mal. En plena adolescenc­ia es mucho más duro, porque tu vida social se ve alterada y no sólo uno mismo lo pasa mal sino también toda tu familia y amigos.

Tenemos la suerte de que nuestra sanidad pública ayuda a niños y jóvenes a enfrentars­e a la diabetes desde temprana edad. Quiero agradecer al hospital Clínic su trato y su calidad humana por hacerme ver que no soy un bicho raro y que puedo hacer una vida igual que los demás, sólo que con hábitos distintos. Desde el primer momento me explicaron todo sobre la diabetes, me prepararon, me enseñaron y me aconsejaro­n sobre cómo llevar esta enfermedad. Es muy importante que no sólo se preocupen por tu salud sino también por cómo te afecta psicológic­amente.

Es evidente que mi vida ha cambiado totalmente en algunos ámbitos, pero eso no quita que deje de ser una adolescent­e común con sus inquietude­s y sus sueños. No es algo malo tener una enfermedad, sino que te hace madurar antes que a los demás.

ANNA VIDAL

Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain