La Vanguardia (1ª edición)

Un paseo con vistas

Una familia de Sants pide al Ayuntamien­to 200.000 euros por la devaluació­n de su piso y su intimidad

- LUIS BENVENUTY Barcelona

Un jubilado se apoya en la barandilla de la nueva rambla de Sants y saluda a Sara. Sara Sánchez continúa fregando los platos en su cocina. El hombre, ensimismad­o, se acaricia el mentón. Entre la barandilla del nuevo paseo y la pila de Sara apenas distan un par de metros y medio. “Ustedes tienen razón –dice el jubilado–, así no se puede vivir, con todo el mundo mirándoles...”. Sara asiente resignada, fregando. “Pero yo creo que si pusiéramos unos setos muy altos la gente que pasea por aquí no podría mirarles, ¿no le parece?”. Sara asiente de nuevo. A veces, algún peatón le pide un cigarrillo, otros le preguntan una dirección, algún guasón desea buen provecho a toda la familia..., ¡algunos hasta preguntan quiénes son los nominados de esta semana en Gran Hermano. “Bueno, mucha suerte –dice el hombre–, ¡hasta pronto!”.

Sara y su marido, Ismael Lucas, exigieron ayer de manera formal al Ayuntamien­to una compensaci­ón de 200.000 euros, 120.000 de ellos por la depreciaci­ón del valor de la vivienda y otros 80.000 por la pérdida de intimidad. El bloque luce numerosos carteles de protesta. “Que todas las habitacion­es fueran exteriores fue uno de los factores que nos animaron a comprar este piso, ahora en cambio es un incordio...”. Las persianas se pasan el día bajadas, y también por las noches. De lo contrario se cuela toda la luz del alumbrado del paseo. Uno ya no sale de la ducha con la naturalida­d acostumbra­da. Siempre te recorre un desagradab­le cosquilleo por la espalda. También te lo piensas dos veces a la hora de ponerte cómodo, de enfundarte tras la larga jornada ese chándal que hace las funciones de pijama. Te da reparo dejar cualquier cosa fuera de sitio, que luego pasa por ahí la mamá cotilla del colegio de los críos y le cuenta a todo el barrio que tu casa está hecha un desastre. Ahora, al menos, viene el frío, no hace tanto calor... “No, a esto no te acostumbra­s, en realidad cada vez va a peor. Yo no me veo capaz de vivir otro verano como el anterior”.

“En realidad, lo que quiere esta familia es recuperar su vida, que el Ayuntamien­to recomponga la zona –explica su abogado, Eulogio Gallego, del despacho Euroforo–. Los vecinos, durante las obras, ya pidieron al Ayuntamien­to que replantear­a el proyecto. El problema ahora es que cualquier reforma de la urbanizaci­ón puede resultar muy costosa”. Al menos los vecinos cuentan con la comprensió­n del gobierno municipal. Como los planos vienen del mandato anterior... “Los vecinos tienen razón –dijo esta semana la teniente de alcalde de Urbanismo Janet Sanz–. Me habría encantado que el proyecto ejecutivo hubiera contemplad­o este problema. Todos sabíamos lo que pasaría. Ahora los técnicos están estudiando propuestas de mejora. Tratamos de trabajar con agilidad”.

Vecinos de la nueva Rambla explican que viven con las persianas bajadas para no sentirse observados

 ?? INMA SAINZ DE BARANDA ?? Sara, sentada en el salón de su casa, conversa con una vecina que pasea por la rambla de Sants
INMA SAINZ DE BARANDA Sara, sentada en el salón de su casa, conversa con una vecina que pasea por la rambla de Sants

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