Recuperar la Boqueria.
El mercado limitará aún más la entrada de grupos organizados en las instalaciones
El Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer un plan para favorecer el regreso del público local al emblemático mercado; se prohibirá la degustación en los puestos y se limitará más la entrada de grupos organizados.
La Boqueria está a punto de morir de éxito. Cada año entran en este mercado municipal más de ocho millones de visitantes, pero una gran mayoría no lo hace para llenar la cesta de la compra. La degustación se está comiendo las ventas y existe el temor entre algunos comerciantes –no todos– y responsables municipales de que la Boqueria acabe siendo un sucedáneo del mercado de San Miguel de Madrid. Para revertir esta situación el Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer un plan –en algunos puntos un tanto inconcreto– con el que prohibirá la venta de productos elaborados de consumo inmediato en el entorno de los puestos. También se limitará más el acceso a grupos organizados y se invertirán 3,5 millones de euros en la mejora de las instalaciones.
En total se ha diseñado una veintena de actuaciones que se empezarán a aplicar en los próximos meses. Algunas de ellas son concretas y de fácil aplicación. Otras, en cambio, no están tan definidas y se deberán pactar con comerciantes y grupos políticas, ya que requieren un cambio de ordenanza.
El segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, explicó ayer que las medidas buscarán reequilibrar la oferta para el cliente local y el turista. Para ello se fijará normativamente un porcentaje mínimo de presencia de productos frescos que debe tener cada puesto. En la actualidad, el 20% de los productos son elaborados para el consumo inmediato, pero ayer la concejal de Comercio, Montserrat Ballarín, no quiso dar una cifra de cuál debería ser el porcentaje adecuado para garantizar este reequilibrio. Dijo que se sabrá más adelante, sin concretar más.
Ballarín explicó que la oferta para el turista se concentra en los accesos e impide el paso de los clientes a la zona de productos frescos. Este hecho provoca quejas entre los comerciantes afectados. Por eso, el Ayuntamiento prohibirá las degustaciones en las tiendas del mercado y vigilará que estas no acaben funcionando como bares. Para ello, los puestos no podrán tener escaparates con plataforma plana. Deberán ser mostradores en plano inclinado para que no puedan ofrecer degustaciones.
La medida de gobierno presentada ayer prevé una regulación sancionadora para evitar posibles malas prácticas y se aumentarán las inspecciones periódicas para garantizar el cumplimiento. Además, se exigirá que los productos elaborados que se vendan en el mercado estén envasados y precintados allí mismo. Collboni aseguró que los productos deberán ser elaborados en la propia tienda. Al ser preguntado por si este precepto afectará a las frutas cortadas o los zumos que se venden en algunos puestas, explicó que ese aspecto aún debe negociarse con los comerciantes. De hecho, tanto la obligación de envasar y precintar los productos como el porcentaje de alimentos frescos que deberán tener los puestos quedarán fijados en una modificación de la ordenanza de mercados o mediante un nuevo reglamento interno de funcionamiento de la Boqueria.
El plan también prevé actuar con las terrazas y restaurantes que actualmente ocupan los porches del mercado. En estos últimos meses ha habido enfrentamientos entre el distrito y los restauradores a causa del incremento de veladores en este espacio. Ballarín explicó que se regulará el espacio que deben ocupar, el tipo de mobiliario por utilizar y el número máximo
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