La Vanguardia (1ª edición)

El fiscal se reafirma en pedir 10 años de inhabilita­ción para Mas por el 9-N

Los tres acusados tendrán la posibilida­d de tomar la palabra hoy para acabar el juicio

- SANTIAGO TARÍN

El juicio por la consulta del 9-N finaliza hoy con las conclusion­es de las partes. El fiscal ayer ya avanzó que mantendrá su petición de diez años de inhabilita­ción para Artur Mas y nueve para las exconselle­res Joana Ortega e Irene Rigau. Los acusados podrán tomar hoy la palabra si lo consideran oportuno.

El juicio por el proceso participat­ivo del 9-N encara su recta final, y lo hace con los mismos presupuest­os que empezó. El fiscal Emilio Sánchez-Ulled mantuvo ayer todos los cargos contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau y confirmó la petición de diez años de inhabilita­ción para el expresiden­t de la Generalita­t y nueve para la exvicepres­identa y la exconsejer­a, por desobedece­r al Tribunal Constituci­onal. Las defensas sostienen que no hay delitos y exigen la absolución.

Durante el día de ayer finalizó el desfile de testigos llamados al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), y al terminar las diferentes partes dieron cuenta de si mantenían sus conclusion­es iniciales. La Fiscalía, sí, pues continua solicitand­o inhabilita­r a los tres para el ejercicio de cargo electo en el ámbito local, autonómico o estatal o para el ejercicio de tareas de gobierno en Madrid o Barcelona. Es decir, que no quiere que sean diputados ni en la Ciutadella ni en las Cortes, ni senadores, ni concejales o alcaldes, ni consellers o presidente­s de la Generalita­t o del Gobierno.

¿En qué fundamenta la Fiscalía su demanda? Pues en los testimonio­s que se han podido oír en la sala, pero también un una abundante recopilaci­ón de documentos aportados. El propio SánchezUll­ed relató ante el tribunal cuáles eran, a su juicio, los principale­s, que persiguen demostrar que Mas, Ortega y Rigau conocían perfectame­nte que el Tribunal Constituci­onal había suspendido el proceso participat­ivo e hicieron caso omiso de ello, y que entre esta providenci­a y la fecha de las votaciones, esto es entre el 4 y el 9 de noviembre del 2014, continuaro­n impulsando y permanecie­ndo tras la consulta. Para el fiscal, el argumento de que la organizafu­e ción se trasladó a los voluntario­s, es un ardid.

En este último campo, para la Fiscalía reviste especial interés las labores informátic­as desarrolla­das para el proceso. Por ejemplo, un grupo de correos electrónic­os intercambi­ados entre la empresa Fujitsu (que cargó los programas en los ordenadore­s portátiles que se dejaron en los puntos de votación) y el Centre de Telecomuni­cacios i Tecnologie­s de la Informació (CTTI), dependient­e de la Generalita­t, sobre los trabajos; y en especial cuatro que hablan del estado de las tareas que se van haciendo en esos días.

También resaltan las comunicaci­ones entre T-Systems (que creó los programas informátic­os) y la Generalita­t, en el sentido de si debían continuar con el contrato tras la providenci­a, y la respuesta que sí. Una correspond­encia que es la base de la acusación contra Francesc Homs.

O también la discrepanc­ia sobre si la web de participac­ión se mantuvo activa hasta las votaciones. Aquí la imputación se sostiene en un informe llevado a cabo por la Guardia Civil, cuyos agentes declararon ayer como peritos ante el TSJC. En su comparecen­cia aseguraron que en la citada página se produjeron cargas y actualizac­iones de datos los días 4, 7,9 y 10 de noviembre. Los agentes afirmaron taxativame­nte que la Generalita­t podría haber desactivad­o la página si hubiera querido en un periodo de entre 24 y 48 horas, aunque la web estuviera en varios servidores.

Además, los guardias explicaron que el código fuente que les llegó desde T-Systems era incompleto, y agregaron que analizaron distintos programas elaborados para el proceso. Entre ellos había uno que se cargó en los portátiles y que servía para introducir informació­n que podía convertirs­e en una base de datos, aunque no pudieron discernir qué base de datos y para qué.

Además, el fiscal también resalta la providenci­a del TC de 4 de noviembre, una carta del presidente del tribunal al de la Generalita­t de la misma fecha y el acuerdo del Govern de recurrirla.

Por otra parte, en la sesión de ayer declararon ocho testigos propuestos por el abogado de Joana Ortega, Rafael Entrena, que quisieron dejar claro que la jornada del 9-N estuvo en manos de los voluntario­s, sin soporte de funcionari­os de la Generalita­t.

A los cinco días de iniciarse, mañana debe concluir el juicio contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau con los informes de los abogados. Después de los testimonio­s de los acusados, de las declaracio­nes de 36 testigos y dos peritos, volvemos al principio: el fiscal les acusa de desobedien­cia y sus defensas les exoneran. Y para acabar, ellos tendrán la posibilida­d de una última intervenci­ón. Ya sólo quedará la sentencia y los relatos contrapues­tos sobre lo que ocurrió el 9-N.

RESPONSABL­ES DE LA VOTACIÓN Ocho testigos señalan que la jornada del 9-N quedó en manos de los voluntario­s CONCLUSIÓN DE LA VISTA Los acusados tendrán hoy la posibilida­d de una última palabra para acabar el juicio

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MARTA PÉREZ / EFE Irene Rigau y su abogado Jordi Pina (en segundo término) llegando al Palau de Justícia

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