La Vanguardia (1ª edición)

El complot falangista que alcanzó a Giscard

El príncipe De Broglie, financiero del presidente de Francia, fue asesinado hace 40 años sin haber devuelto todo del dinero de Matesa

- EDUARDO MARTÍN DE POZUELO Barcelona

La emisión en Francia de un documental acerca del misterioso asesinato hace 40 años en París del príncipe Jean de Broglie, financiero del partido que llevó a la presidenci­a a Valéry Giscard d’Estaing y también administra­dor de la sociedad que captaba fondos para la red internacio­nal de Matesa –caso considerad­o el mayor escándalo del franquismo–, ha traído de nuevo a la actualidad los sucesos en los que se vio envuelto Juan Vilá Reyes, el creador de Matesa. Su viuda y su hijo han explicado a La Vanguardia cómo conocieron a De Broglie y el complot antieurope­ísta generado por los falangista­s y franquista­s, encabezado­s por Fraga y Solís, que acabó con Matesa, cuyas sociedades exteriores estaba controlada­s por los giscardian­os.

Hay pistas sólidas, facilitada­s por Vilá Reyes en 1988 a este diario, que permiten pensar que al menos algunos de los políticos franceses y españoles que le apoyaron en su gran aventura empresaria­l formaron parte de una vasta operación política de índole internacio­nal destinada a financiar el partido de Giscard y a promociona­r un proyecto liberal conservado­r en una España que se preparaba para la transición además de construir una nueva Europa unida. Juan Vilá Costa, el hijo del empresario, no niega esta posibilida­d, pero tenía 14 años cuando estalló el caso y no recuerda los detalles. En cambio, sí recuerda muy bien los terribles movimiento­s contra su padre provenient­es de lo más rancio del régimen de Franco. En cambio, su madre, la viuda del empresario catalán, Concepción Costa, tiene muy presente su encuentro con De Broglie. “Conocí al príncipe Jean de Broglie hacia 1968 en una casa en Andratx a la que nos invitó. Cenamos. Recuerdo que sus perros se me subían al regazo. Era muy afable y no hablamos de política”, describe Concepción. De Broglie fue el administra­dor de Sodetex, la sociedad de Matesa creada en Luxemburgo con la misión de captar fondos para montar la red internacio­nal de la empresa española en el extranjero, valorada en aquel instante en 4.000 millones de pesetas y en 16.000 millones sumando la parte española, cantidad notabilísi­ma para la época.

“Cuando metieron en la cárcel a mi marido, De Broglie me escribió una carta con membrete de la Asamblea Nacional Francesa en la que decía que lo sentía mucho y que Juan no se merecía lo que estaba pasando. Esto es lo último que supe directamen­te de De Broglie. Nada más”. Sin embargo, los Vilá, explica su hijo Juan, supieron por el censor de cuentas español que De Broglie se quedó con algo de dinero de Sodetex, la sociedad de Matesa. Una cantidad que calcula en varios cientos de miles de dólares. “Pero si se quedó con dinero creo que fue con una parte ínfima de Matesa y si luego pasó algo más en Luxemburgo o en Francia no podemos saberlo pues mi padre estaba en la cárcel”, afirma Juan Vilá .

“Claro que tuvimos relación con Giscard –explica Concepción– y él conocía bien a los ministros españoles del Opus Dei, institució­n a la que nunca pertenecim­os pese a la insistenci­a de la prensa del Movimiento en vincularno­s a ella . “Giscard era muy francés –sonríe – y ministro de Finanzas. Como sabíamos que le gustaba, le invitamos a una cacería en Toledo. Estuvo unos días con nosotros. No habló mucho. Luego nos invitó a cenar en su casa en París y fue muy amable, aunque allí nos dijo que los ministros españoles no valían nada. Eso es lo más que oí hablar de política con Juan”.

“Mi marido me contó que habló mucho con ustedes en La Vanguardia en 1988”, nos recuerda su viuda. En efecto, fue entonces cuando Vilá Reyes nos habló de su relación con Giscard y de los proyectos que los tecnócrata­s del Opus estaban diseñando en la España de Franco. “Giscard –explicó Vilá Reyes tras el asesinato de De Broglie– se limitó a pasarnos estatutos y documentac­ión de su partido” que desapareci­eron misteriosa­mente del despacho del español con documentac­ión de Matesa . “En aquella España el tema era peligroso” puntualizó.

Una conspiraci­ón antieurope­ísta acabó con Matesa y su red exterior, confiada a los giscardian­os

 ?? KIM MANRESA ?? Juan Vilá Costa y su madre, Concepción Costa, viuda de Juan Vila Reyes, desvelan el montaje con flecos internacio­nales urdido contra Matesa
KIM MANRESA Juan Vilá Costa y su madre, Concepción Costa, viuda de Juan Vila Reyes, desvelan el montaje con flecos internacio­nales urdido contra Matesa

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