Interior limpia sus armarios de material dudoso sobre los Pujol
La Policía lleva al juez un ‘pen drive’ usado en la guerra entre mandos
La operación limpieza que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha ordenado en su departamento parece rendir sus primeros frutos. El comisario José Manuel García Catalán, jefe accidental de la unidad central de delincuencia económica y fiscal (UDEF), entregó el pasado día 6 en el juzgado central de instrucción número cinco un pen drive que contiene material supuestamente relacionado con la investigación del caso Pujol, pero de dudosa procedencia. El jefe policial le explicó al magistrado que el lápiz de memoria ha sido encontrado haciendo limpieza, “ordenando los diferentes cajones y armarios” de un despacho.
Un pen drive, precisamente, estaba en el origen de los informes sobre Jordi Pujol Ferrusola entregados al juzgado en octubre del año pasado, en el contexto de una lucha de mandos y clanes policiales con los que Zoido pretende acabar. En el juzgado y la Fiscalía se cree que el lápiz de memoria que ahora aparece es el que condujo a la apertura de las diligencias en curso para aclarar cómo se elaboraron aquellos informes y si existieron prácticas que impliquen manipulación de pruebas. El asunto ha despedido desde el principio el hedor de la operación Catalunya. Y lo primero que ha hecho el magistrado es coger el lápiz de memoria con pinzas procesales y entregarlo a la unidad de investigación tecnológica (UIT) de la Policía, para que lo analice y le diga qué contiene. El volcado se hará el próximo día 14. Un fiscal de Anticorrupción decía ayer que “lo que ha pedido el juez es que al pen drive la hagan la autopsia”.
Para el juzgado, lo más importante es aclarar el valor probatorio real del pen
drive y si detrás de la información que contiene hay prácticas policiales carentes de toda ética. En Anticorrupción, paralelamente malician la posibilidad de que quienes recurrieron a procedimientos poco escrupulosos para reunir material probatorio de dudosa verosimilitud pretendan ahora blanquear esas supuestas pruebas obtenidas al margen de los cauces debidos y ordinarios.
Es con el objetivo de aclarar este tipo de extremos que el juez De la Mata tiene citados para mediados de este mes al ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, y al comisario Marcelino Martín de Blas. El magistrado pretende que le proporcionen información útil sobre el famoso pen drive, que sirvió para sostener entre otras cosas que Jordi Pujol Ferrusola había logrado ocultar 4,4 millones de euros tras ser imputado.
Unos días después declararán dos exempleados de la agencia de detectives Método 3, Antonio Tamarit y Julián Peribáñez. Las piezas pueden empezar a encajar si se tiene en cuenta que el exdirector de esta agencia, Francisco Marco, ha denunciado a Pino y otros mandos policiales por haber aportado al juez De la Mata información obtenida ilícitamente de su ordenador, supuestamente por dos exempleados suyos, los mencionados Tamarit y Peribáñez.
De la Mata ordena un dictamen sobre el contenido del lápiz de memoria y su relevancia