La Vanguardia (1ª edición)

Mudando la piel

- LLÀTZER MOIX

La intervenci­ón en núcleos históricos supone para los arquitecto­s un doble desafío: el respeto a lo preexisten­te y la expresión de lo contemporá­neo. Se ha convertido en algo común mantener fachadas y vaciar y renovar los interiores. Parece una solución de compromiso. Pero hay quien ve en ella una componenda y prefiere una apuesta más osada.

Este último sería el caso de Patxi Mangado en la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias. Dicha ampliación, abierta en el 2015, ocupa cinco fincas de la calle Rúa, conectadas con la sede previa del palacio de Velarde y la casa Oviedo-Portal. Mangado decidió conservar los muros exteriores de esas cinco fincas, y colocar en su interior una gran caja de vidrio ambarino, visible desde el exterior a través de las ventanas. La corona una cubierta de zinc, cuya orografía exhibe afilados lucernario­s (en diálogo con las agujas de la catedral), y cuya masa acompasa la altura del edificio a la de los colindante­s. La vieja fachada –en particular la de la finca más moderna, que da esquina a la plaza– queda así reducida a escenograf­ía, según se constata desde la calle Rúa, donde el paramento casi se desprende del cuerpo construido, como la piel de una serpiente en fase de muda. Dentro se suceden dos fachadas más, la de vidrio citada y otra más al interior, tras la escalera con dobles y triples alturas. Destaca también en la obra el monumental pozo de luz situado en el patio de manzana central resultante de la adición de fincas.

En suma, una obra compleja que agranda el museo y aporta al casco antiguo de Oviedo pinceladas del siglo XXI.

 ??  ?? El museo, desde la calle Rúa
El museo, desde la calle Rúa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain