Holanda celebra el nuevo arte de Mondrian
Holanda se vuelca en el centenario del neoplasticismo
En 1917 un grupo de artistas holandeses funda la revista De Stijl, que defiende los postulados del neoplasticismo, una variante del arte abstracto que acabará influyendo no sólo en la pintura, sino también en la arquitectura, la decoración y la moda. Su principal referente fue el pintor Piet Mondrian y ahora, en el centenario de la revista, Holanda prepara un año con distintas exposiciones y actividades que tienen su punto de partida en la muestra que mañana se abre en el Museo Municipal (Geemente Museum) de La Haya titulada Piet Mondrian y Bart van der Leck. Inventando un nuevo arte.
Mondrian (1872-1944) empezó como pintor naturalista en su Holanda natal, pero en 1912 al trasladarse a París conoce a Fernand Léger y Georges Braque y vira rápidamente desde un cierto impresionismo hacia el cubismo. En 1914 el inicio de la Primera Guerra Mundial lo sorprende de visita en Holanda, donde se quedará. En estos momentos ha iniciado ya una evolución hacia lo abstracto. Recala entonces en un pueblo de artistas, Laren, donde coincide con Bart van der Leck (18761958), un pintor que se inició trabajando el arte de las vidrieras, y que a su vez está inmerso en un proceso de simplificación de colores y formas en su obra, hasta entonces mucho más figurativa. La exposición del museo municipal de La Haya, abierta hasta el 21 de mayo, analiza, como señaló ayer en su presentación el comisario Hans Janssen, una evolución casi en paralelo pero independiente de Mondrian y Van der Leck y sus influencias recíprocas a partir de una fuerte amistad. Incluso podría decirse que es Mondrian quien efectúa una progresión más rápida hacia el nuevo arte si tenemos en cuenta que en 1916 todavía pinta una obra tan especial como Granja cerca de Duivendrecht, que aún parece más cercana a la expresión impresionista que a la abstracción neoplástica. Esa confluencia y esta exploración de nuevos caminos artísticos coincidirá con el lanzamiento de la revista De Stijl, que impulsa Theo van
EVOLUCIÓN EN PARALELO Una exposición en La Haya confronta la obra del pintor con la de Bart van der Leck
Doesburg. Sin pretenderlo, estos artistas abren un nuevo estilo representado por las líneas rectas y los colores básicos.
La exposición de La Haya permite ver cómo Van der Leck “desfigura” su pintura y la sustituye por figuras geométricas, tal como se refleja en su Composición n.º 3 (saliendo de la fábrica), que puede compararse con un estudio inicial. Y Mondrian simplifica aún más su abstracción y deja los colores planos para centrarse en los más puros: rojo, azul y amarillo, acompañados de los neutros: blanco, negro y gris. Ambos llegan por caminos distintos a captar la esencia subyacente de lo que intentan representar.
La muestra se complementa con otras obras coetáneas, así como maquetas y documentos de la época. También muebles como un bufete de Gerrit Rietveld o la reconstrucción de una habitación para niños en Voorburg, de Vilmar Hoszar y Klaarhamer.
Pero esta exposición temporal no se acaba de entender sin acudir a la permanente de este mismo museo municipal (instalado en un edificio art déco), que posee casi 300 obras de Mondrian. En las salas adjuntas se puede seguir toda la evolución inicial de este pintor, pero también su vuelta a París en 1920, su separación de Doesburg cuando este introduce la línea diagonal en las representaciones plásticas del grupo y más tarde de Van der Leck; su paso por Londres en 1938 y su huida hacia Estados Unidos en 1940, cuando los alemanes bombardean la capital inglesa. De ese modo, puede admirarse tanto su célebre Composición en rojo, amarillo, negro, gris y azul (1921) como la que está considerada una de sus últimas obras, e inacabada, que es Victory Boogie Woogie (1942-1944), comprada por el Banco de Holanda en 1998 por una cantidad estimada en 35 millones de euros y donada a este museo. Un museo cuya visita no exime naturalmente
de acercarse al Mauritshuis, que alberga lo mejor del arte holandés del siglo XVII, con
La joven de la perla, de Vermeer,
y La lección de anatomía del doctor Tulp, de Rembrandt, como obras estrella.
A lo largo del 2017 están previstas otras exposiciones en torno a Mondrian y De Stijl. En este
mismo museo municipal de La Haya, en junio se abre la muestra
The discovery of Mondrian, que repasa sus estancias en Amsterdan, Paris, Londres y Nueva York; y este mismo mes se abre también De Stijl. Arquitectura e
interiores, para mostrar en palabras del director del museo, Benno Tempel, lo que se ha conocido ya como el diseño holandés. En Utrecht, ciudad natal del arquitecto Gerrit Rietveld, se abrirá durante todo el año la casa Schröder, cuya fachada en dos dimensiones parece un auténtico Mondrian, y se estrenará un carril bici por sus alrededores que permitirá seguir la ruta artística de sus inicios pictóricos. El carril llega hasta Amersfoort, el pequeño pueblo donde nació Mondrian en 1872 y donde pasó los ocho primeros años de su vida. Su padre era maestro y tenía un tío pintor, y entre ambos le inculcaron el interés por el dibujo. No hay obras del Mondrian niño y por eso en la visita a su pueblo natal se acostumbra a mostrar el dibujo que hizo un hermano suyo de la entrada a la muralla del pueblo. De todos modos, la casa natal se ha transformado en un museo y el próximo 7 de marzo, aniversario del nacimiento, se reabre tras una importante reforma y se podrá ver, por ejemplo, una reconstrucción del estudio que Mondrian tenía en París. Actualmente en el museo local de Amersfoort pueden contemplarse también diez obras de juventud de Mondrian y a partir del 6 de mayo se presenta otra exposición sobre Los colores de
De Stijl. Y para el visitante que acuda a esta encantadora población existe también la posibilidad de visitar el pabellón Rietveld, construido en 1959, que conjuga el gusto por el racionalismo con una estética más colorista y funcional. El resto del programa Mondrian/De Stijl pasa por Eindhoven, Leiden, Winterswijk y Drachten, pero ya a partir del verano.
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