“Mi madre me enseñó a querer mi cuerpo”
La hija de Melanie Griffith y Don Johnson, quien compartió durante años la casa con Antonio Banderas, está de vuelta en la cartelera encarnando a Anastasia Steele, la mujer que logra concretar, al menos en la pantalla, las fantasías que muchas tienen con Christian Grey y el actor que le da vida, Jamie Dornan. En los días previos al estreno de Cincuenta sombras más oscuras, Johnson compartió secretos del rodaje y de su relación con Dornan y confesó su afición por la arquitectura y la cocina.
¿Cuál es la clave para que esta nueva entrega mantenga su frescura?
Una de las cosas que me atrajeron del proyecto fue la posibilidad de hacer tres películas. En la primera sólo sentamos las bases de la historia y mostramos a los personajes. En esta segunda película todo gira en torno a descubrir quién es Anastasia y mostrar su transformación como mujer además de su viaje sexual. Está tratando de descubrirse a sí misma y qué es lo que le gusta, junto a un hombre que tiene objetivos mucho más claros.
¿Cómo ha evolucionado su relación personal con Jamie Dornan?
Hemos tenido la suerte de rodar la segunda y la tercera parte en un mismo bloque, por lo que pasamos seis meses juntos. Fue muy bueno, teniendo en cuenta el grado de intimidad que comparten nuestros personajes. En estos filmes, incluso las escenas que no son sexualmente explícitas son íntimas en lo emocional. Nos llevamos muy bien y el hecho de que pudiéramos compartir los fines de semana cuando no estábamos rodando ayudó a fortalecer la relación.
¿Los fines de semana?
Sí, estábamos en Vancouver y los niños de Jamie estaban allí. Poder compartir los fines de semana con los niños fue como un soplo de aire fresco. En el mundo del cine no es inusual compartir tiempo con los compañeros de reparto y su familia. Es la mejor manera de fortalecer una amistad.
Pasó de ser una desconocida a una estrella. ¿Cómo ha sido el cambio?
Más allá de que ahora viajo mucho más, lo que de verdad ha cambiado es que estoy en una posición en la que puedo hablar de igual a igual con la gente que admiro sobre las películas que están haciendo. Puedo tener conversaciones profundas con mis colegas y decirles cuánto admiro su trabajo. Estoy rodeada de gente brillante todo el tiempo, y antes me pasaba horas y horas tratando de que me fuese bien en una audición.
¿Y cómo ha cambiado su vida amorosa? ¿Los hombres están más interesados en usted o le tienen miedo?
El día que salga de mi casa cuando no estoy rodando, probablemente lo sabré...
¿Y por qué no sale de casa?
Porque me encanta estar allí. Sinceramente, prefiero más estar en casa con mis amigos que en un lugar público...
¿De dónde viene la relación tan libre que tiene con su cuerpo?
Creo que es algo que heredé de mi madre. Me enseñó de pequeña que las mujeres son hermosas y que uno debe sentirse cómodo con su propio cuerpo, porque no tiene nada de malo.
¿Cómo reaccionó ella cuando le dieron el papel de Anastasia?
No pudo decir nada porque yo estaba decidida a hacerlo. Lo mismo ocurrió con mi padre, que es un poco más sobreprotector. En realidad, no me juzgan por los papeles que hago, sino por la clase de persona que soy frente a los demás.
¿Cómo se toma lo que dice la opinión pública sobre usted?
Me tiene sin cuidado. Recientemente decidí que tengo que desaparecer de las redes sociales porque no necesito explicarle al mundo quién soy. No siento que tenga que hacerlo. Y si hay una percepción errónea de quién soy, pues que sea así. Mi trabajo es ser actriz y hacer películas y, si puedo, producirlas y dirigirlas. No tengo que justificarme ante nadie. Me hace sentir bien saber que no necesito que me entiendan, porque eso es lo único privado que me queda.
¿Es cierto que le fascina la arquitectura?
Sí. Me encanta descubrir la historia que tienen las casas. Me interesé no hace mucho en las que fueron construidas en la década de los cincuenta en Los Ángeles y tuve la suerte de poder comprarme una. Y luego me dediqué a elegir muebles de la misma época y lámparas, y ahora vivo en un lugar de ensueño.
¿Qué importancia tiene la cocina en su casa?
Muy importante. Está escondida. Es como una pequeña cueva. En realidad, no es un sitio en el que se pueda pasar mucho rato porque no hay demasiado espacio, pero me encanta cocinar.
¿Qué cocina?
De todo. Disfruto horneando pasteles y esas cosas. Hago carne, pollo, pasta, verduras. Todo lo que se le pueda ocurrir...
“Compartir los fines de semana cuando no rodábamos ayudó a fortalecer la relación”