La Vanguardia (1ª edición)

Don Bosco ayuda a dejar el fusil

- FE EN EL MUNDO Eusebio Val

La diplomacia multilater­al dirigida a la resolución pacífica de los conflictos es una política que se desprende del mensaje de amor y concordia universal del Evangelio. La Santa Sede intenta aplicarla como actor –y única institució­n religiosa reconocida como Estado soberano– en la escena internacio­nal. En Latinoamér­ica, bajo el impulso de Francisco, muy sensible a los problemas de la región, ha habido ya tres ejemplos concretos de mediación: el acercamien­to entre Washington y La Habana, el proceso de paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las FARC y el diálogo entre Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en Venezuela.

Jorge Mario Bergoglio no ha hecho más que seguir la senda marcada por los papas que le precediero­n en época contemporá­nea. Juan XXIII contribuyó a desactivar la crisis de los misiles –instalados en la Cuba de Fidel Castro–, entre EE.UU. y la Unión Soviética, en 1962. Años más tarde, Juan Pablo II auspició un acuerdo entre Chile y Argentina en su viejo contencios­o por el canal de Beagle. El papa polaco fue también determinan­te para que no se exacerbara­n las tensiones en Europa del Este y para coadyuvar a la caída no violenta de los regímenes comunistas. Francisco, pocos meses después de llegar a la silla de Pedro, organizó una vigilia de oración de varias horas para frenar el ataque que parecía inminente de Obama y sus aliados de la OTAN contra el régimen sirio de Asad, en septiembre del 2013.

En el caso de Colombia, Francisco hace un esfuerzo especial para que el fin de la violencia se consolide, sobre todo después del triunfo del no en el referéndum. Por eso recibió por sorpresa, en diciembre pasado, en el Vaticano, al presidente Juan Manuel Santos y a su predecesor, Álvaro Uribe, que disienten sobre los acuerdos con la guerrilla, la más antigua del mundo, en activo desde hace 52 años.

El proceso de paz colombiano ha sido noticia en Roma por la reciente presentaci­ón de un impactante documental, Alto el fuego, basado en el ambicioso proyecto de los salesianos para reinsertar en la vida civil a jóvenes guerriller­os. En la Ciudad Don Bosco de Medellín y en su centro en Cali han ayudado, desde hace 15 años, a unos 3.600 chicos y chicas que entraron en la guerrilla siendo menores de edad y que, tras dejar la lucha, deben superar experienci­as traumática­s y volver a la vida civil.

Dos testimonio­s, Catalina y Manuel, ambos de 19 años, explicaron cómo se alistaron en las FARC. Ella tenía apenas 13 años. Procedía de una familia con problemas. “A los 8 días me dieron un fusil que era más grande que yo”, contó Catalina. Una semana después tuvo su bautismo de fuego, con numerosas víctimas en su batallón. Manuel decidió dejar la guerrilla –con riesgo para su vida, pues se castigaba con la pena de muerte– después de que su hermano fuera ejecutado por rebeldía. La labor de los salesianos para ayudar a estos jóvenes exguerrill­eros es muy meritoria porque no resulta nada fácil reprograma­r su vida y curar las heridas psicológic­as que sufren. En la selva, bajo una estricta disciplina militar, muchos han sido presa fácil de abusos de todo tipo, incluso sexuales. Los salesianos recurren a su tradición, a su dilatada experienci­a con los jóvenes, para desarrolla­r un modelo pastoral y psicosocia­l que ayude a Colombia en el camino de la reconcilia­ción. Ellos hablan de tres fases, en las que aplican, primero, la “pedagogía de la confianza” (generación de afecto y empatía tras el abandono de la guerrilla), para pasar luego a la “pedagogía de la esperanza” (tratamient­o de salud y educativo) y a la “pedagogía de la alianza”(el momento de la reinserció­n familiar y sociolabor­al). Además de Roma, la delegación de los salesianos colombiano­s tiene previsto visitar Madrid, Bruselas, Ginebra y varias ciudades alemanas para presentar su proyecto y pedir apoyo.

La Iglesia católica y la diplomacia vaticana seguirán trabajando para resolver conflictos como el colombiano. El ambiente global, sin embargo, puede ser menos propicio en los próximos años. Con Donald Trump en la Casa Blanca, el multilater­alismo y la mediación perderán respaldo. El nuevo presidente estadounid­ense no es un internacio­nalista. Además, figuras muy próximas a él, como su asesor Steve Bannon, se alinean con los sectores católicos ultraconse­rvadores que se oponen a la línea de Francisco, no sólo en aspectos doctrinale­s sino en su visión del mundo, de la economía y del medio ambiente.

En la línea vaticana de favorecer el diálogo y la paz, los salesianos de Colombia trabajan desde hace 15 años en la reinserció­n social de jóvenes exguerrill­eros

 ?? VATICAN POOL / GETTY ?? Mediación. El papa Francisco recibió el pasado diciembre al actual presidente
colombiano, Juan Manuel Santos, y a su predecesor, Álvaro Uribe
VATICAN POOL / GETTY Mediación. El papa Francisco recibió el pasado diciembre al actual presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y a su predecesor, Álvaro Uribe
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain