Navas sostiene al Madrid
Los blancos arreglan en la segunda parte el lío que montó Zidane en la primera
A tres días de recibir al Nápoles en el regreso de la Champions, el Madrid demostró que no le ha sentado bien el parón obligado de casi dos semanas por la suspensión del partido de Balaídos. Ante el colista Osasuna, que no había ganado todavía un partido en su campo en esta liga, los blancos sufrieron para ganar, una de esas victorias que dejan muchas dudas y reabren viejas heridas. Keylor Navas, tan cuestionado estos días, fue el mejor de los blancos, el que salvó el liderato que por unas horas le había arrebatado el Barcelona.
Otra vez resultó incomprensible el planteamiento de Zidane, dispuesto a tocar y retocar una y otra vez el equipo funcione o no. Cuando tenía a toda la plantilla disponible a excepción del lesio- nado Bale y el sancionado Kroos, al técnico francés le dio por una defensa de tres, con Ramos, Varane y Nacho; con Danilo y Marcelo por delante como volantes y apoyo de los centrocampistas. Nada le funcionó porque a Keylor Navas le llegaron más que nunca y tuvo que emplearse a fondo. Tampoco tanta gente en el centro del campo sirvió de gran cosa porque el Madrid movió mal el balón y no conectó apenas con los dos de arriba.
Isco, que tan pronto entra como sale de las alineaciones, sostuvo el centro del campo y marcó el gol determinante. El equipo echó mucho de menos que no jugaran de salida Lucas Vázquez y Mateo Kovacic, dos de los futbolistas más en forma.
Sin jugar nada bien, el Madrid tuvo ocasiones suficientes para desequilibrar el partido en la primera parte, primero con una volea de Benzema. El duelo, además, quedó pronto condicionado por la grave lesión de Tano, retirado del césped al cuarto de hora por un encontronazo fortuito con Isco. En el descanso se supo que el central sufría fractura de tibia y peroné.
A los 24 minutos marcó el Madrid por medio de Cristiano, su gol número catorce en la Liga. El portugués aprovechó un pase de Benzema para batir a Sirigu de tiro cruzado.
El gol no serenó ni mejoró el juego del Madrid. Suele pasar esta temporada. Muchas veces ponerse en ventaja sólo le sirve al Madrid para dejarse ir poco a poco y bajar el ritmo, confiado en que los nervios y las prisas del contrario le faciliten el dar la puntilla a la contra.
Pero en ocasiones pasa como en el Sadar. Osasuna en desventaja ya no tiene nada que perder, suelta amarras y se va a por el contrario. Empató sobre la media hora tras definir muy bien Sergio León un pase profundo de Fuentes. Antes del descanso, pudo volver a adelantarse el Madrid en un remate de Benzema que Sirigu atajó en la mejor parada de la noche.
Comenzó el segundo tiempo sin cambios, pero enseguida se retiró en camilla Danilo por un pisotón en el tobillo de David García y entró James, lo que retrasó a Nacho al lateral derecho. Recobró así el Madrid un dibujo más lógico con poco más de media hora por delante. La lesión de Danilo fue agua bendita para el Madrid. Los efectos beneficiosos llegaron de forma inmediata en forma de gol de Isco tras jugada de Benzema. En la celebración, al malagueño le cayó un trozo de hielo en la cabeza que le tiraron desde la grada.
El siguiente cambio fue Benzema por Lucas Vázquez. A pesar de su dominio el Madrid no pudo cerrar el partido hasta un gol precisamente de Lucas Vázquez en el añadido.