La Vanguardia (1ª edición)

El Cercle del Liceu otorga su medalla a la reina Sofía

El Cercle del Liceu otorga su máxima distinción a la madre del Rey

- Mariángel Alcázar

Noche de gala en el Cercle del Liceu y no sólo porque la etiqueta marcaba esmoquin para los caballeros y traje largo para las señoras, sino porque la velada contó con la presencia de la reina Sofía, a quien se le hizo entrega de la Medalla de Oro de la entidad. Más de trescienta­s personas quisieron manifestar con su asistencia su considerac­ión y respeto por la madre del Rey a través de un reconocimi­ento que valora su amor a las artes, a la música y su apoyo expreso al Gran Teatre del Liceu y a su reconstruc­ción tras el gran incendio que lo destruyó en 1994.

La reina Sofía, en el que fue su primer acto oficial en Barcelona tras la proclamaci­ón de su hijo hace ya más de dos años, resaltó en sus palabras de agradecimi­ento el papel del Liceu como símbolo del espíritu de superación y lo calificó como patrimonio para Catalunya y España. Se mostró emocionada por recibir la medalla y también por las repetidas muestras de afecto que recibió tanto en cuanto bajó del coche frente a las puertas del Liceu, como en el interior de la entidad: un cariño que iba dirigido a su persona y también a su actitud y presencia de ánimo en unos días en los que se ha decidido el futuro de su hija Cristina y de su yerno Iñaki Urdangarín. Pero si por algo se ha caracteriz­ado la reina Sofía, cuando era consorte del Rey y ahora que es madre de Rey, es por encajar las vicisitude­s de la vida sin que eso afecte a sus labores de representa­ción institucio­nal. Ayer, lo hizo una vez más, mostrándos­e como siempre cordial, feliz por reencontra­rse con algunas personas a las que conoce desde hace décadas y saludando uno a uno a casi todos los presentes, pero, consciente siempre de que lo que importaba anoche era destacar la labor del Cercle y del Gran Teatre.

A su llegada al edificio de la Rambla, la reina fue recibida por la vicepresid­enta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien quiso estar al inicio del homenaje ya que, debido a un compromiso anterior, no pudo quedarse a la cena. La presencia institucio­nal se completó con el delegado del Gobierno, Enric Millo, y el teniente general Ricardo Álvarez-Espejo, sin que ni la Generalita­t ni el Ayuntamien­to considerar­an la posibilida­d de enviar un representa­nte oficial. El presidente del Cercle, Ignacio García- Nieto, y el presidente de la fundación del Gran Teatre del Liceu, Salvador Alemany, ejercieron de anfitrione­s y acompañaro­n a la reina Sofía hasta el gran salón de la entidad donde los miembros de la junta, Juan Eusebio Pujol, Francisco Gaudier, Jorge Linati, Javier Cornejo, María Ángeles Vallvé, Luis López de Lamadrid, José García Reyes, Francisco Llonch, Waltraud Maczassek, Josep Maria Sanclimens, Fernando Sans y Joaquim Uriach, le dieron la bienvenida.

Mientras tanto, en el Saló dels Miralls del Liceu se concentrab­an los invitados o mejor dicho los asistentes, ya que las trescienta­s personas que compartier­on la cena, la mayoría socios de la entidad, pagaron el correspond­iente ticket como hacen cuando tiene lugar cualquier otra convocator­ia. Entre los asistentes se encontraba el editor de La Vanguardia, Javier Godó, conde de Godó (a quien le fue concedida la anterior Medalla de Oro, en 2015), y su esposa, Marisa Falcó, condesa de Godó; Carmen Mateu, Isabel Suqué y Ed Regger; José Cusí e Inés Muiños; Marian Puig y María Guasch; Josep Maria Puig y Rosa Alsina; Eulàlia Alsina; Lluís Sans y Sandra Domínguez; María Reig, Borja García-Nieto, Luis de la Rosa y Ernestina Torelló; José Ferrer y Glòria Noguer; Francisco Granero; Alfonso Maristany; Dinah de Grijalbo, Elena Barraquer, Mar Raventós, Lluís Reverter, Susana Gallardo; Francisco Daurella, Gonzalo Rodés, Juan Uriach, Bartolomé Masoliver, Pedro Nueno, Esteve Rabat y Rosa Mairal; Oriol Aguilà y Marta Gelpi; y el director de La Vanguardia, Màrius Carol, y su esposa, Teresa Lloret, entre otros.

La entrega de la medalla tuvo lugar en el foyer del Gran Teatre del Liceu, donde Ignacio García-Nieto se encargó de repasar la historia de la entidad, que este año celebra su 170.º aniversari­o y sigue en el mismo lugar en el que tuvo su primera sede, un terreno que donó la reina Isabel II. García-Nieto recordó que los actuales socios son herederos y deudores de la tarea de los fundadores, representa­ntes de la sociedad civil, que tiene como objetivo contribuir al enriquecim­iento de Barcelona, a través de las iniciativa­s culturales. El presidente también destacó la importanci­a del mecenazgo e instó a los presentes a continuar con esa labor que ya muchos realizan, recordándo­les que el Liceu ha sido declarado de “especial interés”, lo que da derecho a exenciones fiscales.

García-Nieto repasó las veces que la reina Sofía había visitado la entidad, todas coincidien­do con su presencia en el Liceu, y extendió también el agradecimi­ento de todos por su apoyo a otras iniciativa­s musicales como la del Festival de Perelada y su respaldo a la Liceu Foundation de Nueva York. Antes de hacer entrega de la medalla de Oro a la reina Sofía, el presidente del Cercle destacó las palabras del rey Felipe, quien recienteme­nte afirmó “la cultura nos hace más libres y críticos y también más felices”.

La reina Sofía cerró el acto manifestad­o su agradecimi­ento y destacando los valores que atesora y representa el Liceu, asegurando que es una institució­n apreciada por “los ciudadanos como un patrimonio para Catalunya y para toda España”. La madre del Rey calificó al Liceu de “realidad pujante y viva que enorgullec­e a Barcelona y es muestra del mejor espíritu de superación, ligado a la excelencia y a la cultura” y que el Cerle del Liceu, con su actividad incesante, contribuye a “conservar y fomentar ese patrimonio en beneficio de todos”.

La madre del Rey se pasó al catalán para, de nuevo, agradecer la medalla y la labor de la entidad.

La cena, con un menú compuesto por transparen­te de langostino, corbina y mousse de yogur y fresa, estuvo regada con caldos de Freixenet, Perelada, Torres y Torelló, cedidos por esas bodegas, con los que se brindó por la reina Sofía, por el Cercle y por el Liceu. El broche final lo puso la actuación de barítono Carles Pachón, acompañado por el pianista Josep Buforn.

Al filo de la medianoche, la reina Sofía abandonó el Liceu pero no Barcelona, adonde llegó en AVE ayer por la mañana y donde piensa pasar el día de hoy. Al mediodía compartió un almuerzo, en el restaurant­e del hotel Majestic, con Javier Godó y Marisa Falcó, condes de Godó; Marian Puig y Maria Guasch; Eulàlia Alsina, viuda de Enric Puig, y Josep Cusí e Inés Muiños, viejos y queridos amigos con quienes recordó experienci­as compartida­s. Hoy tiene previsto alargar su presencia en la ciudad para mantener contactos con personas que colaboran con los programas de la Fundación Reina Sofía.

Trescienta­s personas asisten a la velada para expresar su considerac­ión a la reina Sofía asegura que el Gran Teatre del Liceu es un patrimonio para Catalunya y España El presidente de la entidad agradece su apoyo a todas las iniciativa­s artísticas

 ??  ??
 ??  ?? Honores. La reina Sofía, anoche, recibiendo la medalla del Cercle de manos de su actual presidente, Ignacio GarcíaNiet­o, en el acto celebrado en el Gran Teatre
Honores. La reina Sofía, anoche, recibiendo la medalla del Cercle de manos de su actual presidente, Ignacio GarcíaNiet­o, en el acto celebrado en el Gran Teatre
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain