Casi dos millones de británicos dicen que Trump es “vulgar y misógino”

Anteriores gobiernos británicos tardaron 758 días en invitar a Barack Obama a una visita de Estado, y 978 en hacer lo propio con George W. Bush. Donald Trump, el presidente norteamericano más polémico en por lo menos 60 años, recibió el ofrecimiento sólo una semana después de su toma de posesión.

Casi dos millones de personas han firmado una petición solicitando que no se celebre esa visita de Estado, “porque su bien documentada misoginia y vulgaridad lo descalifican para ser recibido por Su Majestad la reina y el príncipe de Gales”. El abrumador número de signatarios hizo que el asunto llegara ayer a la Cámara de los Lores para ser debatido. Y los legisladores expresaron opiniones para todos los gustos, en general con los conservadores en defensa de Trump (hermanos en el nacional populismo que se ha apoderado de la política a ambos lados del charco), y laboristas y liberales mucho más recelosos.

En cualquier caso, la primera ministra, Theresa May, que se ha entregado en brazos de Trump necesitada de un aliado y socio comercial potente en vista de la ruptura con la UE, ya ha dejado claro que habrá visita, ya sea en el verano o en el otoño. Aunque lo más probable es que no incluya un discurso ante las dos cámaras del Parlamento (hasta el speaker de los Comunes John Bercow ha denunciado la idea), un honor reservado a pocos mandatarios, aunque no necesariamente los más dignos (Robert Mugabe, el dictador de Zimbabue, figura en la lista). Para no hacer un feo al presidente, el viaje se hará cuando el parlamento esté en receso.

Una petición alternativa, promovida por Downing Street y firmada por 300.000 personas, subraya que “Trump debe ser invitado porque es el líder del mundo libre, y el Reino Unido favorece la libertad de expresión”. Coincidiendo con el debate en los Lores, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, calificó de “crueles, racistas, sexistas y vergonzosas” las políticas del presidente norteamericano.