La Vanguardia (1ª edición)

Las mujeres catalanas viven más que los hombres pero más años enfermas

- ANA MACPHERSON

Las mujeres catalanas son las más longevas de Europa y llevan una ventaja a los hombres casi 6 años (86,1 ellas, 80,5 ellos) en esperanza de vida, según el Informe de Salut 2016, documento que se publica cada año con los datos recogidos en los registros de mortalidad, la encuesta de salud anual y otros informes. Pero cuando se valora la calidad de esa larga vida, mujeres y hombres están mucho más cerca: la esperanza de vida con buena salud alcanza los 68,8 años en las mujeres y los 67,9 en los hombres. Las mujeres, por lo tanto pasarán más años enfermas o con mala calidad de vida. Al 70,2% de las mujeres de más de 75 años les duele algo. A casi la mitad de los hombres de la misma franja de edad, no. En conjunto, el 34% de la población tiene algún problema de salud crónico o de larga duración.

Obesidad, sin estudios. El exceso de peso que sufre la mitad de la población catalana (49,3%) está estable desde hace algún tiempo, pero si se diferencia por niveles de estudios, por ejemplo, la distancia entre los que más tienen y los que menos es de 25 puntos: los kilos sobran más entre los de menos estudios y peores condicione­s económicas. También detectan otra tendencia: entre los dos grupos que componen el exceso de peso, los del sobrepeso (índice de masa corporal superior o igual a 25) bajan, mientras que los que tienen obesidad (IMC igual o superior a 30) suben. Parece que haya un trasvase de un grupo a otro. Cuesta menos ganar kilos que perderlos, así que el sobrepeso se convierte en la antesala de la obesidad. Y es en ese nivel donde el exceso de kilos tiene mayor impacto y es capaz de causar enfermedad. Entre los 6 y los 12 años, esos kilos de más alcanzan al 31,7%, con iguales diferencia­s sociales que entre los adultos.

Tabaco, con estudios. El consumo de tabaco tiende a la baja desde 1994, y ya se sitúa en el 25,7% de la población mayor de 15 años. Hay diferencia­s por sexo, unos diez puntos a favor de ellos, a pesar de que el empezar a fumar hombres y mujeres están más cerca. Y también hay diferencia­s por clase social, fuman mucho menos (5%) los de clase alta. Pero la mayor diferencia se produce en el nivel de estudios: los que más fuman son los que tienen estudios secundario­s, casi el 30%. Entre los universita­rios lo hace el 22,6%. Entre los que tienen estudios primarios o no tienen estudios, un más favorable 20%.

Mama y pulmón. La mortalidad total ha aumentado, porque crece el número de personas con más edad y la mayoría se muere después de los 80 años. Pero realmente la mortalidad desciende y por eso se alarga esperanza de vida. Los tumores son la primera causa de muerte en general y le siguen las enfermedad­es cardiovasc­ulares. Cuando se miran las muertes antes de los 70 años (las prematuras) en las mujeres es el cáncer de mama la primera causa y el de pulmón en los hombres.

El VIH no mejora. La cifra de infectados por el virus de la inmunodefi­ciencia humana (VIH) sigue año tras año bastante igual: en el 2015, 634 nuevas infeccione­s. En cambio, las medidas adoptadas por los servicios sanitarios para afrontar la tuberculos­is han hecho que su estadístic­a sea una línea en descenso continuo: el año pasado, medio punto.

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