Catalunya mantiene estables los índices de delincuencia
Los delitos en el 2016 bajaron un 2%, pero hay picos preocupantes como las agresiones y abusos sexuales a menores y mujeres
El análisis del mapa con los delitos que los Mossos d’Esquadra investigaron el año pasado en Catalunya permite tener una buena fotografía en movimiento de la criminalidad. Ayuda a diseñar las políticas de prevención y a incrementar las de seguridad ante el repunte de algunos hechos. El mapa delincuencial del 2016 merece una primera valoración: “Vivimos en calles seguras”. Lo dijo ayer el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, sin ocultar que hay delitos que crecen, y algunos suben especialmente, como las denuncias por abusos sexuales a menores, en un 68%. Los abusos y agresiones sexuales en mujeres también suben, un 9,4% y un 43,4% respectivamente. A cualquiera de esas víctimas no le sirve el titular de que las calles de Catalunya siguen siendo un lugar seguro para vivir. Pero lo son, lo aseguran las cifras.
El total de los hechos delictivos ha descendido en un 2%. Eso quiere decir que se ha pasado de los 481.845 del 2015 a los 472.265 del año pasado. Más que una reducción, es un mantenimiento.
El análisis general de esas mismas cifras permite afirmar que los contextos de crisis económica no equivalen a un incremento de los delitos. “Al contrario”, advirtió Trapero. Y eso que el 2016 no fue un año fácil para nadie. Ni para los que sufrían en sus carnes el paro y, vistas las estadísticas, no se echaron a la calle a robar, ni para los Mossos, que, como otras policías, llevan años sufriendo los recortes sin sumar agentes, pero con cada vez más responsabilidades.
Entre esas nuevas tareas que les tocaron asumir a los Mossos están los operativos de prevención y seguridad relacionados con el terrorismo. El 2015 terminó en noviembre con los 130 muertos de la sala Bataclan en París, que obligó al resto de los países europeos a reaccionar con medidas urgentes. Aunque el nivel antiterrorista ya era de cuatro sobre cinco en España, la dirección de los Mossos necesitó replantear sus operativos y destinar más agentes con armas largas en las calles. Y eso se debía hacer sin desatender los problemas de seguridad, del día a día, que afectaban de lleno a los ciudadanos, especialmente uno, el robo con fuerza o violencia en domicilios.
El descenso de esta modalidad en el 2016 ha sido importante, porque se venía de un 2015 en el que se dispararon los robos y se desató una gran alarma social. La disminución ha sido desigual, mucho mayor en algunas regiones policiales que en otras, como reconoció el propio Trapero, que admitió la existencia de baterías de ladrones que recorren España reventando pisos a destajo. El conseller de Interior, Jordi Jané, aprovechó para pedir a los legisladores mejores herramientas con las que jueces, fiscales y policías puedan hacer frente a un delito que el Código Penal no considera grave, pero el que lo sufre lo siente como una intromisión en su vida, en su intimidad, especialmente violenta y traumática.
El gráfico que acompaña este texto permite detenerse en algunas de las cifras de la delincuencia en el 2016. Trapero y Jané se entretuvieron en los delitos que tienen a las mujeres como víctimas, agresiones y abusos sexuales, y la violencia de género. Ocho murieron a manos de presuntas parejas.
Los responsables de Interior reconocieron
Los Mossos tuvieron que afrontar el reto terrorista sin olvidar otros delitos, como el robo en pisos
que las agresiones y abusos sexuales se han disparado, pero explicaron que es debido a una mayor concienciación de las mujeres, que se atreven a denunciar hechos que antes silenciaban. Y negaron que haya habido perfiles de violadores en serie o, incluso, de agresores reincidentes, salvo, evidentemente el caso de Tomás Pardo, detenido por agredir sexualmente y casi matar a una mujer en un permiso penitenciario.
Muchas de las agresiones sexuales están contextualizadas, añadió Jané, en las madrugadas del fin de semana. “Hay hombres que siguen sin entender que un no de una mujer es no”, denunció el comisario jefe.
¿Qué hacer? Trapero contó que se mejorará la recopilación de información de esos delitos. ¿Para prevenir? “Policialmente es difícil, pero serán datos muy útiles para reformular políticas transversales que ayuden a mejorar estas situaciones”, indicó.