El punto y aparte italiano entre guerras
La Mapfre reúne más de cien obras maestras ejecutadas desde el productivo desconcierto de los años veinte y treinta
Después de la Primera Guerra Mundial, en plena era fascista bajo la dictadura de Benito Mussolini, los artistas italianos se hallaban despistados. Las promesas de progreso que habían alentado las vanguardias los tenían decepcionados, por obvias razones. En ese ambiente, extendido por toda devastada Europa, ellos y sus colegas del resto del continente volvieron la vista a la tradición, el orden y las formas clásicas; es decir, a lo que hasta antes de la explosión vanguardista se suponía que era “lo bello y lo bueno”. Pero el resultado no fue ni mucho menos gris ni ramplón. A la vista está en la nada decepcionante exposición Retorno a la belleza, obras maestras del arte italiano de entreguerras, que mañana se abrirá al público –hasta el 4 de junio– en la sala de la Fundación Mapfre de Madrid.
Retrato de muchacha, de Giorgio de Chirico, recuerda sin esfuerzo a la pintura del Cinquecento y puede considerarse por tanto como remota herencia de Durero, Miguel Ángel o Rafael. La mirada melancólica de la chica, su gesto en el posado, dan ese aire. Pero no así el uso del color, en este caso vigoroso, ni el corte del vestido ni del peinado, que son del siglo XX. Y así ocurre con casi todos los cuadros colgados en la muestra, que de ese modo ofrece una rara y preciosa síntesis entre la evocación de lo clásico y la aspiración de modernidad de unos artistas que se despegan de la experimentación de años pasados pero no pueden ni quieren renunciar a su tiempo, así como a la imperiosa necesidad de evolucionar hacia un futuro mejor. Así lo explicaban ayer las dos comisarias de la exposición: Daniela Ferrari, conservadora del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento (Mart) y Beatrice Avanzi, conservadora del Musée d’Orsay de París.
Junto a Chirico, su hermano Alberto Savinio, Giorgio Morandi, Felice Casorati, Carlo Carrà, Mario Sironi o Ubaldo Oppi son algunos de los pintores y escultores representados a través de las más de cien piezas reunidas en Retorno a la belleza.
La muestra se articula en siete secciones que dan cuenta de los caminos de “vuelta al orden” por donde transitaron los artistas: Metafísica del tiempo y el espacio, Evocaciones de lo antiguo, Regreso a la figura a través del retrato, El desnudo como modelo, Paisajes, La poesía de los objetos y Las edades de la vida.
‘Retorno a la belleza’ muestra el regreso de los pintores italianos de principios del XX a la tradición clásica