El dolor en el talón: un problema sanitario de grandes dimensiones
El Dr. Rabat trata la fascitis plantar en la Unidad de Cirugía del Pie y Tobillo del Hospital Quirón de Barcelona
El Dr. Eduard Rabat explica hasta qué punto el dolor en el talón afecta a un número enorme de pacientes mermando su calidad de vida y cómo tratan de resolverlo en la Unidad de Cirugía del Pie y Tobillo de Hospital Quirón (Barcelona). Desde 2002, año en que el Dr. Eduard Rabat creó la unidad de Cirugía de Pie y Tobillo, las técnicas quirúrgicas han evolucionado hacia intervenciones mínimamente invasivas que favorecen una recuperación fácil y rápida sin menoscabo de la eficacia terapéutica. Una de las especialidades de esta Unidad es el tratamiento de lo que se conoce como “talalgias“: dolor en el talón.
¿Cuáles son los objetivos de la Unidad de Cirugía del Pie que dirige?
Somos un área especializada en la cirugía del pie integrada físicamente en el Hospital Quirón de Barcelona. Tratamos todo tipo de patologías relacionadas con el pie y el tobillo intentando que el paciente encuentre la solución a sus problemas en nuestra unidad sin tener que desplazarse. Nuestros servicios van desde las cirugías más complejas y avanzadas de pie y tobillo, tanto mínimamente invasivas y artroscópicas como en cirugía abierta hasta los tratamientos podológicos mas básicos.
En cuanto al problema de los pacientes con dolor en el talón, la gente habla mucho de espolones calcáneos y de fascitis plantar ¿es ésta siempre la causa del dolor?
En primer lugar, el dolor en el talón puede venir de posibles orígenes, uno de ellos –quizás el más frecuente– es la fascitis plantar; pero también nos encontramos con muchos pacientes que presentan compresiones de los nervios del tobillo que provocan dolores muy parecidos. Estas dos enfermedades son las culpables de más del 90% del dolor en el talón. Referente al famoso “espolón calcáneo” está demostrado científicamente que este no tiene ninguna influencia en la producción del dolor en el talón. Es importante resaltar que el 60% de la población tiene espolones calcáneos radiológicos y que éstos son absolutamente asintomáticos.
¿Cuáles son los factores que predisponen a sufrir dolor en el talón?
Existen dos tipos de factores: el primero de ellos, es el sociosanitario, que afecta a personas con profesiones que requieren largos periodos de tiempo de pie (policías, camareros, personal de comercios, etc.) y el exceso de peso. La obesidad influye, lógicamente, ya que nuestros pies deben soportar un peso para el que no están preparados. También cabe destacar enfermedades como la diabetes, que favorecen la aparición de talalgias de tipo neurológico; y nombrar a los deportistas, especialmente aquellos que practican deportes basados en la carrera continua de larga duración y con mucho impacto. El otro factor desencadenante lo encontramos en la morfología del pie. Hemos visto que la posición y forma del pie, en concreto el pie plano y el pie cavo, favorecen el aumento de tensión en las estructuras anatómicas del talón generando la patología.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascia plantar es una estructura de tipo ligamentoso, que ocupa la planta del pie, desde el talón a los dedos. Esta estructura se encoje y se estira en cada paso. El punto más vulnerable de la fascia plantar es su inserción en el calcáneo (hueso principal del talón). Cuando se produce una sobrecarga ésta deviene en inflamación, que se traduce en un aumento del grosor de esta estructura. El paciente experimentará un dolor por la mañana, con los primeros pasos al saltar de la cama, muy invalidante y que se reproduce después de cada período de reposo. Si no se trata adecuadamente provoca una grave alteración de la marcha y puede finalizar por estropear otros elementos de la zona como los nervios del canal tarsiano o los huesos de la parte posterior del pie.
¿En qué consiste el tratamiento?
Empieza por efectuar un buen diagnóstico, lo que desgraciadamente no es habitual. En nuestra unidad practicamos una ecografía a todos los pacientes aquejados de esta patología, y en poco menos de cinco minutos ya tenemos un diagnóstico de certeza. A partir de aquí el tratamiento se prescribe en función del tiempo de evolución. En los primeros estadios, se trata con una medicación antinflamatoria asociada a una fisioterapia activa basada en los estiramientos, que puede dar un gran resultado. A partir de los dos meses necesitaremos emplear las infiltraciones ecoguiadas, el uso de plantillas ortopédicas que debe hacer un podólogo especializado y no olvidar los estiramientos. Conforme avanzamos en el tiempo de evolución, utilizamos las “ondas de choque”, que deben ser practicadas por personal especializado, un fisioterapeuta en el servicio de rehabilitación. Las infiltraciones de factores de crecimiento pueden ayudar en casos muy graves.
La cirugía: ¿cuándo y cómo?
Intentamos curar estas enfermedades sin cirugía, pero es obvio que a partir de cierto momento ésta puede llegar a ser la única solución. Para la fascitis plantar durante los últimos diez años hemos obtenido muy buenos resultados con la cirugía endoscópica, a través de una óptica desinsertamos la fascia plantar consiguiendo su curación. En aquellos casos en que los nervios del canal tarsiano están oprimidos debemos proceder a su liberación.
Pocas personas a lo largo de su vida dejarán de experimentar dolor en uno o ambos talones