La gripe aviar obliga a sacrificar 17.300 patos en Catalunya
El nuevo foco, localizado en una granja de engorde de estas aves en Girona
Agricultura inmoviliza las aves de seis granjas alrededor del foco detectado en Girona
La localización de un segundo foco del virus de la gripe aviar, del tipo H5N8, en Catalunya ha obligado al Departament d’Agricultura a ordenar el sacrificio de los 17.327 patos domésticos de una granja de engorde de estos animales en el municipio de Sant Gregori, a cinco kilómetros de Girona. Tras detectarse este foco, Agricultura ha puesto en marcha el protocolo de actuación, que comporta la inmovilización de todas las aves en un radio de tres kilómetros, que ha afectado a seis granjas más cercanas, y sobre las cuales se llevará a cabo un estricto control para evitar que el virus se disemine. La consellera de Agricultura, Meritxell Serret, dijo que se trata exclusivamente de “sanidad ganadera”, mientras que el secretario de Salut Pública, Joan Guix, insistió en querer tranquilizar a la ciudadanía recordando que “estamos ante un virus que no afecta a la salud pública, ya que el H5N8 no es transmisible a los humanos, tal y como aseguran los organismos europeos”.
El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, en Madrid, confirmó el miércoles por la tarde la existencia de un foco de gripe aviar del tipo H5N8 en la granja de patos de Sant Gregori. En esta granja, patos recién nacidos son criados para ser engordados antes de enviarlos a otras explotaciones para acabar este proceso agroindustrial. La enfermedad fue detectada el pasado fin de semana por los responsables de la explotación, quienes advirtieron que “los animales se les estaban muriendo”, en palabras de la consellera Meritxell Serret. Entre 20 y 40 patos murieron en estas primeras horas, antes de que fueran alertadas las autoridades y de que los agentes rurales recogieran las muestras. Basta con que se produzca un solo caso de gripe aviar en una granja para que todos los animales deban ser sacrificados, un principio de precaución que se aplica para combatir la enfermedad y evitar su diseminación. El origen del contagio puede ser alguna ave salvaje.
La gripe aviar es una enfermedad viral que afecta principalmente a las aves salvajes (especialmente a las acuáticas) y las aves domésticas.
Tras detectarse este foco de gripe aviar, se aplicaron las medidas previstas en el plan de emergencia. Así, se delimitó una zona de protección en un radio de tres kilómetros, de manera que no se no podrán mover las aves de seis explotaciones que se encuentran en esta área. Además, se han iniciado las inspecciones para conocer la situación veterinaria de las aves. La consellera no precisó hasta cuándo durará el aislamiento de las granjas, cuyos animales no podrán ser comercializados. El pasado martes, Catalunya ya registró un primer foco de gripe aviar, al confirmarse la muerte de una cigüeña en los Aiguamolls de l’Empordà; entonces, ya se fijó el correspondiente radio de protección de tres kilómetros y se aislaron las tres granjas de aves cercanas.
La gripe aviar está azotando toda Europa. Desde el 28 de octubre del 2016 se han registrado 781 focos de gripe en aves domésticas, 38 en aves cautivas y 972 en aves salvajes.
Ante el riesgo de contagio, el pasado 2 de diciembre, el Ministerio de Agricultura tomó algunas medidas en los municipios próximos a los grandes humedales de Catalunya (Aiguamolls de l’Empordà, desembocadura del Llobregat y tramo final del Ebro), zonas susceptibles de ser propagadoras de la enfermedad. En estas zonas quedó prohibido el uso de reclamos en la caza, así como la cría conjunta de patos y ocas con otras aves de corral. También se prohibió la cría de aves de corral al aire libre, a no ser que se utilicen medidas para aislar los recintos o se impida la entrada de aves salvajes o el contacto de estas con alimentos o agua destinados a las aves de corral.
El presidente de la Federació Avícola Catalana (FAC), Joan Anton Rafecas, aseguró que el sector está preparado para afrontar casos como el del foco de gripe aviar de Girona y ha añadido que “la situación” en este caso “está controlada”. Rafecas indicó que estas incidencias “no se pueden prever” y que, pese a las constantes medidas de bioseguridad implantadas, es un “problema” que puede aparecer “periódicamente” porque “es muy difícil controlar las aves silvestres”. Admitió que el sistema de cría al aire libre presenta mayor riesgo.
Los dueños detectaron el fin de semana que “los animales se les estaban muriendo”, dice la consellera Serret