Pruitt, el jefe de Medio Ambiente, pedía órdenes al lobby del petróleo
Scott Pruitt, director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), nombrado por Donald Trump y recién confirmado por el Senado, ha trabajado siempre al servicio de la industria del petróleo y, como fiscal del estado de Oklahoma, lideró la resistencia a las políticas del presidente Obama contra el cambio climático. Eso era una evidencia que ahora se ha convertido en escándalo al hacerse públicos 7.564 documentos de la cuenta de correo electrónico del exfiscal y de su equipo que demuestran una relación casi jerárquica entre la industria de los combustibles fósiles y Scott Pruitt, que no sólo obedecía todas las indicaciones de sus patrocinadores, sino que incluso les pedía que le redactaran las impugnaciones y le instruyeran sobre la estrategia para frenar las iniciativas del Gobierno federal para proteger el medio ambiente. Con razón el lobby petrolífero le financió generosamente todas sus campañas y, con razón, el nombramiento de Scott Pruitt como director de la EPA ha sido descrito como la voluntad de Trump de poner una zorra a cuidar a las gallinas... para no dejar ni una viva. Pruitt demandó a la EPA que ahora dirige más de una docena de veces para desafiar las regulaciones más estrictas.
El contenido de los e-mails que se han hecho públicos a partir de una reclamación del Centro de Medios de Comunicación y Democracia destapa múltiples connivencias. Oklahoma Gas & Electric y American Electric Power, dos industrias que financiaron campañas de Pruitt, intervinieron en la redacción de las impugnaciones contra una norma tarifaria. El tono de los correos denotaba una familiaridad difícilmente separable del tráfico de influencias. En el 2013, Pruitt lideró una ofensiva de doce fiscales contra la regulación de las emisiones de gas metano. Un ayudante de Pruitt solicitó a William Whitsitt, vicepresidente de Devon Energy, que le asesorara en la redacción de los documentos. En 24 horas hubo respuesta: “Aquí tiene. Tenga en cuenta que usted debe utilizar sólo los cambios de color rojo (estos últimos son algunas mejoras adicionales de uno de nuestros expertos). Espero que esto ayude”.
Algo que ha sentado mal en los círculos ambientalistas ha sido que la confirmación de los vínculos de Pruitt con el lobby petrolífero no se ha hecho pública hasta después de que el Senado confirmara al nuevo director de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, lo que ha impedido que la nueva información figurara en el debate sobre la idoneidad de Pruitt para el cargo.