La ósmosis del agua
El hielo del cajero es cristalino, absolutamente transparente, lo que realza el brillo del pescado y hace su presencia muy atractiva. Nada que ver con el de blancura nívea de las pescaderías y que a veces deja un tacto viscoso. La explicación está en que la fábrica trabaja con agua de la red general, pero que se somete a un proceso de ósmosis que la libera de la cal y las sales minerales. Una vez tratada, explica José Cervera, el técnico de frío de la cofradía de pescadores, “se almacena en un aljibe con capacidad para 25.000 litros” (como la mayoría de los camiones cuba).