Ullate, el brujo
El coreógrafo lleva a Sant Cugat una nueva versión de su ‘Amor brujo’ con su hijo Josué
Josué Ullate, el prometedor hijo de Víctor Ullate, da vida al personaje de Carmelo en una nueva producción del Amor brujo que el coreógrafo aragonés está llevando de gira, y que en realidad es su propuesta original de 1994 aunque con nueva escenografía y un vestuario nuevo, un papel más importante de la iluminación y una aportación musical bastante rompedora. El joven Ullate, de 22 años, que se ha criado en la compañía Víctor Ullate Ballet y forma parte de ella, se consagró hace un par de temporadas con Quiebro, un solo en el que se rendía homenaje al maestro Enrique Morente, después de haberse atrevido con el Bolero que su padre (que fue pupilo del propio Béjart) le brindó hace casi un lustro.
El Teatre-Auditori de Sant Cugat acoge hoy al joven Ullate en una única función junto a bailarines como Marlen Fuerte (Candela), Cristian Oliveri (José/Espectro) y Ksenia Abbazova (Lucía). Víctor Ullate hace esta vez en esta coreografía suya sobre la obra de Falla una apuesta musical rompedora incluyendo al grupo de dark ambient In Slaughter Natives, cuyo trabajo se suma a los efectos musicales creados por Luis Delgado para la versión original, y que “conducen al público por una travesía entre la vida y la muerte”.
La historia de Candela, la joven gitana enamorada de Carmelo y atormentada por el espectro (que es su propio amante), contiene en esta versión tres canciones populares de Falla (Nana, Pol y Asturiana), además de una variación de Paco de Lucía para José, el eterno amante.