El Gobierno pide prudencia a los fiscales y niega presiones
El Ejecutivo desmiente purgas en la cúpula del ministerio público Insta a Anticorrupción a denunciar si sufre coacciones
El Gobierno pasó ayer al contraataque frente a las críticas por la renovación de puestos clave de la Fiscalía, hechas en paralelo a las denuncias sobre las “presiones” que sufrirían los fiscales encargados de investigar delitos de corrupción. El Ejecutivo niega de plano la idea de que ha existido una “purga” en la cúpula de la carrera fiscal, una expresión utilizada por dirigentes del PSOE, que anunciaron que pedirán la dimisión del fiscal general del Estado, Juan Manuel Maza, si en su comparecencia parlamentaria de la próxima semana no da explicaciones convincentes sobre los relevos en la Fiscalía.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, optó ayer por no participar en la refriega, limitándose a poner en manos de La Moncloa datos sobre el número de fiscales que siguen en su puesto, frente a los que son renovados. La conclusión es que la continuidad se impone entre los fiscales de Sala –la categoría superior de la carrera– donde siguen ocho de los titulares de los once puestos en que era posible la renovación.
Catalá transmitió estos datos a Presidencia, y el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, hizo tras el Consejo de Ministros un “llamamiento a la contención” a la hora de “evaluar y valorar las sentencias”. Y se dirigió no sólo a los políticos, que lo considera importante, porque después sirve para que otros manifiesten sus opiniones, sino también a los fiscales, tras las denuncias del fiscal de Murcia.
Al Gobierno le preocuparon muy especialmente las declaraciones del hasta ahora jefe de la Fiscalía, Manuel López Bernal, al denunciar las presiones de los fiscales que investigan a políticos por corrupción. Pero consideró que el propio Bernal diluyó completamente el asunto con sucesivas matizaciones a lo largo del día. En todo caso, esta sustitujo ción estaba prevista desde la anterior etapa, con Consuelo Madrigal al frente de la Fiscalía General.
Para el Gobierno, lo importante es dejar claro que la renovación de fiscales se ha llevado a cabo respetando las reglas que prevén este tipo de decisiones. Y destacar que la opinión del Consejo Fiscal, como máximo órgano consultivo de la carrera, ha sido muy tenida en cuenta.
En este sentido, el portavoz del Gobierno defendió el nombr amiento de los fiscales que se ha producido, porque es un mecanismo “tasado en la ley” y una vez oido el Conse- Fiscal, “formado por fiscales de carrera elegidos por las asociaciones de fiscales”, con nombramientos que se hacen en razón del mérito y la idoneidad. Con esta puntualización, Méndez de Vigo pidió también contención a los fiscales “y si saben de presiones o conductas delictivas”, deben ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, por escrito. Pese a la polvareda levantada, el portavoz saca una valoración positiva de las sentencias del caso Urdangarin y del caso de las tarjetas
black, “que en España el estado de derecho funciona, que la ley es igual para todos, y al final los casos de corrupción acaban con una sentencia dictada por los jueces, que son independientes”.
El problema, en todo caso, sigue centrado en la jefatura de las Fiscalías de Anticorrupción y la Audiencia Nacional. La oposición se va a centrar en esos “núcleos sensibles”, en los que cree que se ha querido colocar a fiscales receptivos con respecto a los intereses del Ejecutivo.
El Ejecutivo subraya que se han respetado todas las reglas sobre los relevos de fiscales La oposición cree que se busca reconducir la Fiscalía de la Audiencia y Anticorrupción