Cómo venderle el proceso “a Encarni”
Un manual distribuido desde la ANC da pautas para convencer a indecisos
Para que nuestro interlocutor nos escuche, tenemos que escucharlo y no ponernos nerviosos si dice: –¿Usted es uno de esos de la independencia? Yo soy español y esto es España.
–Uy, me ha pillado, jeje. Sí, pero sobre todo ¡un ciudadano que quiere vivir mejor!
(...) Los Pujol son lo peor de lo peor.
–Sí señor. Un chorizo. Y el Rey y el Rato. ¡Todos a la cárcel! ¿No cree que podemos aprovechar que hacemos una nueva república para ser mucho más duros con la corrupción?”.
Este es un fragmento de las instrucciones y modelos de conversación recogidos en un catálogo de conversaciones recurrentes que está distribuyendo la ANC. La Assemblea Nacional Catalana, en el marco de la campaña “Fem futur”, ya hace tiempo que ha emprendido sesiones de formación para voluntarios que se presten a convencer en la calle, mediante la palabra, a indecisos, votantes del PSC y de los comunes para que se decanten por la independencia. En ellas, como ya dio cuenta este diario se aprenden, entre otras, Técnicas de seducción para hacer la república catalana más atractiva. Y para desarrollar este cursillo de formación, nada mejor que un inventario de conversaciones recurrentes a mano.
Esta lista de recursos dialécticos fue elaborada por un colaborador externo de la ANC. Desde la entidad aseguran a este diario que el documento no es oficial, aunque reconocen la posibilidad de que algunos coordinadores territoriales lo estén usando.
Sin embargo, según ha podido saber La Vanguardia, no sólo los jefes de las asambleas locales están distribuyéndolo, sino que desde la misma dirección, el secretariado nacional de la entidad –y concretamente desde el equipo de formación de la campaña– se está remitiendo esta lista de conversaciones imaginadas, pero instructivas.
Así, los alumnos disponen de un texto de 23 páginas, divididas en 15 contenidos. Los títulos de estos apartados hacen referencia a las dificultades que pueden encontrarse en la calle. Se hace una exposición inicial de argumentos, para pasar a ejemplarizarlos con conversaciones que podrían encontrarse los voluntarios en la calle y que deberían servir para orientarlos.
Por ejemplo, sobre si Catalunya estaría fuera de la Unión Europea en caso de independencia, se justifica que los tratados de la UE “no explicitan en ninguna parte” que un país que se independice de un Estado miembro tiene que pedir la admisión de nuevo. Acto seguido, los ejemplos dialécticos, como uno referido a la moneda:
–¡Nos quedaremos sin el euro y yo no quiero que me paguen en Puigdemonts!
–¿Sabe que los países independientes pueden usar la moneda que quieran? Andorra y Montenegro usan el euro y no están en la UE. Aquí también seguiremos con el euro, no se preocupe.
También se aborda el futuro de la lengua castellana:
–¿Sabe que Junqueras, Puigdemont y los principales partidos independentistas quieren que el castellano sea cooficial? ¡Y también un 72% de los catalanes!
–Vais diciendo que será oficial, pero luego haréis lo que queráis y nos obligaréis a hablar en catalán...
–(...)Mire, yo soy catalanohablante, pero para que usted pueda hablar en castellano, yo maaaaatoooo! (...) La suerte que ha tenido Catalunya con la gente venida de toda España, que la ha hecho más fuerte y más alegre. ¡Si Catalunya es tierra de acogida y siempre lo ha sido! ¡Venga, anímese! ¡Participe!
Uno de los temas que la ANC quiere abordar es el de las pensiones. Según consta en el documento, están aseguradas después de una eventual independencia, hasta el punto de que para ejemplarizarlo se anima al voluntario a usar el siguiente argumento con el fin de demostrar convicción: “¡Mire, si se queda sin cobrar la pensión, se la pagaré yo! ¡Coja mi número de teléfono! ¡Lo digo de verdad!”.
Ahora bien, uno de los aspectos más curiosos es el de la población migrada. “Andaluces: ¿se tendrán que marchar de Catalunya?” es el título de uno de los apartados del texto que reciben los voluntarios. Se argumenta que “legalmente son catalanes los nacionales españoles que viven en Catalunya”:
–¡Cómo voy a querer la independencia, yo, que soy andaluza, que los catalanes son muy suyos y nos obligarían a marcharnos!
–Pero, mujer, ¿por qué cree que va a tener que irse?¿Quién le ha dicho tal cosa?
–Me lo dijeron unos chicos que repartían folletos naranjas [en referencia a Ciudadanos].
–No, mujer, eso no lo diga ni en broma. (...) Si catalanes lo somos todos y no hay nadie que ponga en duda que todo el mundo que viva aquí va a poder quedarse y pedir la nacionalidad catalana si la quiere.
Igualmente, se apela a las posibles similitudes con otros países que han culminado con éxito procesos de segregación. De esta manera, se busca convencer a los extranjeros y hacerles comprender el proceso catalán:
–Pero vosotros, ¿por qué queréis la independencia?
–¿Puedo preguntarle de qué país es usted originario?
–Soy de Brasil/Argentina/Marruecos/Rumanía.
–¿Y por qué os independizasteis vosotros de Portugal/España/Francia/Rusia?
–Bueno, porque queríamos libertad.
–Pues nosotros también. Queremos libertad y poder hacer una república donde vivir mejor todos, los nacidos aquí y los que hayan venido de fuera.
Evidentemente, también se trata el futuro económico. En el catálogo se exponen argumentos diversos, desde datos objetivos, hasta la mención de los economistas Joseph Stiglitz y Gary Becker:
–A mí ya me gustaría la independencia, ¿pero no nos hará ir mal de pasta?
–Yo no entiendo mucho, pero dos premios Nobel de Economía han dicho que saldremos adelante.
Y como último ejemplo, la legalidad o no del referéndum. La idea principal es que los voluntarios de la ANC tienen que hacer ver a la persona indecisa que “no todo lo que es justo es legal”, como en el caso de una consulta unilateral.