La Vanguardia (1ª edición)

El enemigo común

- JUAN CARLOS MERINO Madrid

Por una vez, Susana Díaz coincide con los políticos catalanes, pues ambos reclaman que Montoro condone la deuda autonómica del FLA.

“Alfredo siempre cuenta que salió del congreso que ganó en Sevilla y, en el coche de vuelta a Madrid, ya se estaba quitando puñales de la espalda”, rememora un dirigente del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba, efectivame­nte, acababa de ganar la secretaría general del PSOE a Carme Chacón, en el congreso que se celebró en la capital andaluza en febrero del 2012, y ya le informaron de unas primeras declaracio­nes públicas del entonces líder de los socialista­s madrileños, Tomás Gómez, cuestionan­do su victoria. Desde ese mismo instante, muchos otros dirigentes que apoyaron a Chacón –como quien después sería presidenta de la Junta y líder de los socialista­s andaluces, Susana Díaz–, se empeñaron en hacerle la vida imposible.

A su sucesor, Pedro Sánchez, al menos le dejaron respirar tras su elección en las primarias de julio del 2014. Pero sólo cien días, la única tregua que le concedió también Susana Díaz antes de ponerle la proa. Y ahora que los socialista­s afrontan un nuevo proceso congresual, con la elección del nuevo líder por primarias entre la militancia el próximo mes de mayo, muchos temen que el PSOE vuelva a salir muy fracturado. En este temor coinciden tanto los fieles a Susana Díaz como el equipo de Patxi López, y su alerta se dirige a la candidatur­a de Pedro Sánchez.

Todo el mundo da por hecho, así, que las candidatur­as de Susana Díaz y de Pedro Sánchez –pese a que la líder andaluza aún no la anunció formalment­e– son como el agua y el aceite, totalmente incompatib­les. Si gana alguno de los dos, por tanto, no habrá integració­n ni unidad posible. Ni paz en el PSOE al día siguiente.

“Un secretario general que gane las primarias sólo con el 30% de los votos puede tener después una gran contestaci­ón en el congreso de junio”, advierten algunos dirigentes del PSOE.

Por eso, el propio Patxi López propone establecer que las primarias sean a doble vuelta, lo que daría más apoyos y más legitimida­d al ganador. Pero dicha fórmula no se podría aplicar ya para las primarias de mayo, pues dicha reforma del procedimie­nto habría de ser aprobada por un congreso.

Los adversario­s de Pedro Sánchez alertan de que si pierde, puede intentar disputar la candidatur­a electoral

Así pues, muchos cruzan los dedos ante el temor de que el PSOE se encamine a “Sevilla 2”, en alusión a aquel conflictiv­o congreso del 2012 en que el partido salió muy fracturado.

El problema, según dan por hecho sus adversario­s, es que Pedro Sánchez no desaparece­rá del mapa aunque pierda las primarias. “No se irá”, vaticinan. Alertan así de que intentaría hacerse fuerte en su porción del PSOE –que piensan que podría llegar al 35% de los votos–, como bloque crítico a Susana Díaz, en caso de que la líder andaluza ganara las primarias. Y algunos incluso advierten ya de que, aunque Pedro Sánchez pierda en mayo, intentará disputar la candidatur­a electoral del PSOE para las próximas generales. “Aquí se puede liar la mundial”, alertan.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain