El maratón de la mujer de Leopoldo López
DEPORTISTA EXTREMA Y EXPRESENTADORA TELEVISIVA, LA ESPOSA DEL OPOSITOR VENEZOLANO RECORRE EL MUNDO PIDIENDO SU LIBERACIÓN
Madre de dos hijos de 7 y 4 años, cuando visita a su marido en la cárcel en ocasiones la obligan a desnudarse
Cuando hace tres años Lilian Tintori se encaramó junto a su marido a la estatua de José Martí en la plaza de Caracas que lleva el nombre del héroe cubano, ninguno de los dos pensó que el gobierno chavista llegaría tan lejos. El 18 de febrero del 2014 el líder opositor venezolano, Leopoldo López, se entregaba a la policía rodeado de miles de manifestantes vestidos de blanco. Tintori despidió a su esposo en la puerta de la tanqueta que lo condujo a la cárcel militar de Ramo Verde, de donde sólo saldría para acudir a tribunales.
Tras un proceso plagado de irregularidades, la justicia venezolana coincidió en los mismos argumentos que el gobierno al decidir que López fue el máximo responsable de los disturbios que provocaron 43 muertos tras las protestas opositoras del 12 de febrero del 2014. El delito de López fue llamar a una manifestación no autorizada.
El juicio oral duró trece meses y medio y la sentencia se dictó el 10 de septiembre del 2015. López fue condenado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir. La semana pasada la justicia desestimó un recurso de López y confirmó la sentencia. Un día antes, Tintori se había reunido en la Casa Blanca con Donald Trump, que exigió al gobierno de Nicolás Maduro la liberación “inmediata” de López, algo que probablemente nunca pensó que sucedería cuando se cerró la puerta de aquella tanqueta.
Aquel día la vida de esta joven deportista y expresentadora de televisión dio un vuelco mayor al que representó casarse con uno de los líderes antichavistas más relevantes. A medida que se veía que el chavismo sería inflexible y utilizaría a López como arma para amedrentar a la oposición, la figura de esta chica de clase acomodada iría creciendo hasta convertirse en emblemática a nivel internacional para denunciar el caso de su esposo y del resto de presos considerados políticos.
Nacida en Caracas en 1978, Tintori es hija de madre venezolana y padre argentino, que llegó al país huyendo de la dictadura de Videla. En la universidad estudió primero para maestra de Preescolar y luego Comunicación Política, un salto entre dos disciplinas tan distintas como haber pasado del bronceado playero, los reality shows y las revistas del corazón a reunirse con presidentes de medio mundo o encadenarse en el Vaticano como adalid de los derechos humanos.
Tintori ya era popular en Venezuela antes de casarse con López. Se hizo conocida en los inicios del chavismo cuando con 22 años participó en la primera edición de la versión local de Supervivientes, titulado en Venezuela Robinson , el reality de supervivencia que la llevó a pasar 24 días en una isla de Panamá, resultando la octava eliminada de entre 16 concursantes.
Desde joven le gustaron los deportes extremos y rudos. A sus padres no les hizo mucha gracia cuando le dio por jugar al rugby, aunque finalmente acabó destacando en kitesurf, del que fue campeona nacional y que ayudó a popularizar en el país. También practicó karate o natación y actualmente aún participa en maratones y triatlones, donde aprovecha para pedir la liberación de los presos políticos. Tintori reconoce que la disciplina adquirida en el deporte la ayuda a resistir en estos momentos. “Tengo esa constante en la mente de resistir, de dar lo mejor de mí, de no decaer, de seguir adelante”, ha dicho. Cuentan que López, siete años mayor, pidió a un amigo común que se la presentara cuando la vio en la portada de una revista. Corría el 2003 y el político era alcalde de Chacao, municipio acomodado del área metropolitana de Caracas. Fueron novios cuatro años, mientras ella aumentaba su popularidad como deportista y presentadora televisiva, etapa en que se vio obligada a vencer sus reticencias a maquillarse. Cuando le pidió matrimonio, López, que siempre se sintió predestinado para la vida política, también le preguntó: “¿Quieres casarte con Venezuela?”. Se casaron en el 2007 en una ceremonia que se mantuvo a pesar del fallecimiento del padre de Lilian un mes y medio antes. En su homenaje, al año siguiente Tintori navegó sola en kayak por el Caribe desde la costa venezolana hasta la isla de Aruba.
A sus 38 años, cría sola a sus dos hijos –Manuela (7 ) y Leopoldo Santiago (4)– junto a quienes visita cada semana a su marido en la prisión cuando no se lo impide la dirección de Ramo Verde. Como esta semana, cuando denunció que López fue castigado durante quince días sin visitas. Un maltrato que Tintori ha denunciado estos tres años y que no sólo incluye vejaciones a su esposo, sino también a ella misma, pues asegura haber sido obligada a desnudarse en más de una ocasión.
De grandes convicciones católicas, tanto López como su mujer enarbolan siempre el eslogan “Fuerza y fe” para resistir, a la espera de la caída del chavismo, que tildan de “dictadura”. Mientras, el gobierno no pierde ocasión de intimidar a Tintori o difamarla a través de medios y redes sociales sabiendo que su figura es emblemática e influyente. No en vano es una de las venezolanas con más seguidores en Twitter (2,3 millones), mientras que el presidente Maduro supera por poco los tres millones.