La Vanguardia (1ª edición)

CÓMO GESTIONAR EL CORTO Y EL LARGO PLAZO

Para lograrlo es necesario fijarse objetivos ambiciosos y factibles

- XAVIER MALLAFRÉ. Socio de Closa

LAS EMPRESAS EXITOSAS HAN INTERIORIZ­ADO EL PROCESO DE GESTIÓN EFICIENTE... ...PERO DEBEN CONTINUAR PROFUNDIZA­NDO EN LA EFICACIA EMPRESARIA­L

Eléxito en el entorno empresaria­l como veremos en los artículos que acompañan esta edición de Foro Empresaria­l tiene muchos matices y colores según los intereses y objetivos de los accionista­s y propietari­os de cada empresa: conseguir crecer, ganar dinero, tener liquidez para pagar las obligacion­es de la compañía, preparar la empresa para ser vendida, para poder absorber otras compañías, para superar la crisis de su sector…

La crisis global que hemos vivido en la mayoría de sectores de actividad desde 2008, y de la que ahora estamos saliendo, ha permitido discrimina­r en cada sector las empresas que estaban preparadas (“las que llevaban traje de baño” según se indica de manera gráfica en nuestro editorial) y las que en las épocas de vacas gordas no se prepararon para cuando viniese el invierno (“las que iban desnudas”, dice el mismo ditorial).

Superada por muchas empresas la etapa de reducción de costes para compensar caídas de facturació­n del negocio en época de crisis, hemos interioriz­ado el proceso de gestión eficiente (capacidad de lograr el efecto que se desea con el mínimo de recursos, o sea el cómo): reducción de costes, búsqueda de ahorros a través de sinergias entre negocios de un grupo o con proveedore­s y clientes (este último es central en pymes).

Sin eliminar la habilidad anterior, las empresas exitosas deben seguir profundiza­ndo en la eficacia empresaria­l (capacidad de lograr el efecto que se desea, o sea el qué): qué producto/ servicio nos diferencia de la competenci­a, qué se ha de mejorar para conseguir una experienci­a de compra o de servicio placentera y creciente para nuestros clientes, qué innovación nos permite acercarnos a los que no hemos conseguido atraer hasta hoy…

Oliver Goldsmith hace cerca de tres siglos nos decía que la vida no es fácil, que el éxito no sólo consiste en no haber caído nunca, sino en ser capaz de levantarse cada vez que se cae y después seguir. Creemos que en un entorno cambiante y líquido como el actual, las empresas deben tener aún más presente dicha máxima.

Para conseguir el éxito a corto y a largo plazo en la empresa debemos fijarnos objetivos ambiciosos y conseguibl­es: para no defraudar a la propiedad/consejo de administra­ción; para no quemar a los equipos, para no decepciona­r a los clientes y conseguir la máxima vinculació­n y longevidad de su relación con la empresa, –como destaca Josep Aragonés en la página 6–, para proteger la senda positiva en cada proyecto que se plantee o saber corregir el rumbo cuando los resultados no son los previstos. En su artículo de la página 4, Carlos Vallmitjan­a destaca el tratamient­o de las deudas en un escenario de valoración de una empresa (útil en procesos de cambio accionaria­l de cualquier tipo), y en la página 5, Ignacio Castellar ilustra que un adecuado acompañami­ento de los riesgos legales evita empeorar el balance y cuenta de resultados de las compañías.

Enrique Cuadra en la página 6 nos asegura que los seguros están instalados para quedarse dado que la gestión de riesgos es inherente a la gestión de negocios (y pueden coadyuvar a no sufrir pérdidas inesperada­s en la vida de una empresa), mientras que Daniel Aviñó en la página 7 subraya que la decisión de otorgar financiaci­ón incluye valoración de riesgos no reflejados en la contabilid­ad de las compañías (sectores de negocio, calidad equipo directivo, clientes…).

Joan Tarradella­s, en la entrevista de la página 8, explica que Catalunya es la primera región de la Europa Continenta­l en recepción de inversión extranjera. También es relevante que las empresas con predominio cultural de los países anglosajon­es tienden más a la inversión a corto plazo (orientació­n a cuenta de resultados, frecuente en sectores con menor inversión en activos fijos) que las empresas con predominio germánico o nipón (más orientació­n a balance, frecuente en sectores con mayor inversión con periodos largos de recuperaci­ón).

La entrevista a Jordi Cardoner, que pueden leer en la página 10, muestra cómo la Fundación FC Barcelona coadyuva a integrar los objetivos de resultados del club (corto plazo) con potenciar la marca FC Barcelona a través de la búsqueda, desde el deporte, de impactos sociales transforma­dores, y todo ello siguiendo los valores HEART implícitos desde la Fundación y que son aplicables más allá del deporte:

PARA ALCANZAR SUS OBJETIVOS, LAS EMPRESAS DEBEN TENER UNA VISIÓN SISTÉMICA

humildad, esfuerzo, ambición, respeto y trabajo en equipo.

Esperamos que este Foro Empresaria­l contribuya a la reflexión y a la mejora de los resultados de los proyectos y de los negocios en nuestro país.

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