El análisis del riesgo en financiación
Eléxito de una financiación desde el punto de vista de la empresa se basa en obtener el mayor importe posible para cubrir sus necesidades financieras, en unas condiciones razonables y sin poner en riesgo la viabilidad de la compañía. Desde la entidad financiera, el objetivo es el mismo y las diferencias entre las partes pueden surgir por las distintas hipótesis aplicadas en el análisis del riesgo.
Una gran parte de la decisión
GRAN PARTE DE LA DECISIÓN SOBRE EL RIESGO SE BASA EN CRITERIOS EXTRACONTABLES
sobre el riesgo está fundamentada en criterios extracontables (fuerzas de mercado, capacidad del equipo directivo, etc.) para los cuales, si no quieren errar, las entidades financieras necesitan conocer tanto las economías donde están actuando como a sus clientes.
Sobre los aspectos contables –y simplificando mucho–, el balance y la cuenta de resultados son las fuentes elementales para el conocimiento de la situación de una compañía o proyecto. El balance nos dice qué tiene la compañía y qué debe. La cuenta de resultados si es rentable. Las entidades financieras prestamos igual atención a una magnitud como a otra ya que ambas son críticas para fundamentar la decisión de otorgar un riesgo.
La principal debilidad que se achaca a la utilización de criterios contables para el estudio del riesgo de una financiación es que se están recogiendo datos del pasado que no tienen por qué repetirse en el futuro. Esto es cierto, pero el análisis dinámico de las cuentas contables permite comprender la evolución de la empresa, ofrece mucha información sobre la gestión realizada y puede anticipar algunos potenciales problemas a futuro.
Atendiendo al servicio de la deuda, la fuente primaria de repago vendría por la cuenta de resultados, esto es, el excedente que se genera con el tráfico de bienes y servicios y el balance permite una primera aproximación a los activos de la compañía que puedan actuar como garantía colateral a la deuda en caso de que la anterior no bastase.
En las operaciones de banca de inversión donde participa BBVA suelen usarse magnitudes de amplio consenso entre entidades financieras que permiten comparar respecto a los estándares de mercado utilizando datos contables. Estos ratios fundamentales para estudiar proyectos son la Deuda Financiera Neta/ EBITDAi, que representa el nivel de apalancamiento financiero respecto de la rentabilidad del proyecto, y el Loan To Cost (LTC) que corresponde a la parte de la inversión total financiada mediante deuda. Otro dato que se utiliza, aunque incorpora una parte no contable, es el Loan to Value (LTV), que expresa la parte del valor de mercado del proyecto que representa la deuda o qué cobertura de la financiación representan los activos a valor actual.
Dicho lo anterior, hay que señalar que no existe una cifra mágica en los ratios mencionados que se aplique a todas las empresas o sectores. Por ejemplo, el LTC de un proyecto industrial no puede ser el mismo que el de un proyecto hotelero ya que la garantía como colateral del edificio en el segundo ejemplo suele ser mejor valorada que la de unas instalaciones productivas por la mayor certeza en la conversión en liquidez llegado el caso. Y tampoco se valora igual un hotel en una zona consolidada de una capital que otro en un polígono industrial en una población secundaria. A igual capacidad relativa de repago de los proyectos, las entidades financieras se sentirán más predispuestas a alcanzar mayores ratios de apalancamiento en el primer caso que en el segundo.