La Sagrera queda fuera de los planes de Fomento
El plan de inversiones presentado por Rajoy obvia la finalización de la construcción de la estación de alta velocidad
Los 4.200 millones de inversión en infraestructuras de Catalunya prometidos ayer por el Gobierno no tienen en cuenta las obras de la estación del AVE en la Sagrera, prácticamente paralizadas desde hace dos años. Ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se refirieron ayer explícitamente a este importante proyecto para Barcelona durante sus intervenciones en la jornada sobre infraestructuras celebrada en la capital catalana.
Los tenientes de alcalde Gerardo Pisarello y Janet Sanz estaban entre los asistentes y cuando finalizó la intervención de Rajoy se levantaron con rostros de incredulidad. “No hemos visto ningún elemento que nos lleve a tener esperanzas”, valoró Pisarello. La teniente de alcalde de Urbanismo fue crítica con las prioridades del Gobierno y puso como ejemplo la inversión en el tren lanzadera al aeropuerto de El Prat, calificada como “una propuesta desarrollista cuando ya tenemos en marcha la L9 de metro”.
El Ayuntamiento de Barcelona está a la espera de celebrar una reunión con el ministro de Fomento. La solicitaron en cuanto De la Serna tomó posesión de la cartera pero no ha habido ningún encuentro hasta la fecha. Tampoco lo tienen marcado en sus agendas para las próximas semanas. Lo único que saben es lo que dijo el ministro en una entrevista en RAC1 antes de participar en la jornada sobre infraestructuras. “Administrativamente estamos intentando desbloquear la situación, Adif dice que vamos por el buen camino”, aseguró Íñigo de la Serna.
El enfado de Barcelona contrasta con la alegría de la alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín. El soterramiento de las vías en la segunda ciudad de Catalunya fue uno de los compromisos concretos realizados por De la Serna. Si se cumplen las promesas de Fomento, las obras empezarán durante esta legislatura y la primera fase de cobertura de las vías será una realidad en el 2025. La actuación valorada en 460 millones de euros incluye el túnel ferroviario que dotaría de mayor capacidad a la red de Rodalies y la construcción de una estación intermodal en la Torrassa, llamada a convertirse en el intercambiador de referencia del sur de Barcelona (como precisamente aspira a ser la Sagrera del norte de la ciudad). Con la inversión prometida quedarían cubiertas las vías de la línea de Vilanova. Para una segunda fase –posterior al 2025– quedaría la línea de Vilafranca. El proyecto ya está redactado y lleva años guardado en un cajón del Ministerio de Fomento.
“Han entendido finalmente que la ciudad no pedía el soterramiento por una cuestión estética y localista, sino que está en juego el desarrollo económico y la competitividad del país”, celebró Marín, que el pasado domingo aprovechó que Rajoy asistía al congreso de los populares catalanes en el hotel Hesperia Tower, a pocos metros del paso de las vías que dividen la ciudad en dos, para convencerle de la necesidad de las obras. Pese a la alegría, en el Ayuntamiento se muestran cautos. Ya firmaron protocolos de intenciones con Aznar y compromisos concretos con Zapatero y las vías siguen ahí.
L’Hospitalet consigue el compromiso de que empiecen las obras del soterramiento de las vías en este mandato