Sean Spicer
PORTAVOZ DE LA CASA BLANCA
La Administración Trump anunció con gran pompa que enviaba una armada a Corea del Norte, pero en realidad la flota salió en dirección contraria. Sean Spicer se negó ayer a reconocer el error y zanjó el tema con: “Ahora está de camino”.
Hay consejos y consejeros que marcan para toda una vida. Roy Cohn, mano derecha del senador John McCarthy, que perseguía a todo aquel que no le gustaba bajo la acusación de ser comunista, ejerció de abogado de Donald Trump en su época empresarial.
“Siempre al ataque y jamás reconozcas una equivocación ni pidas disculpas”, dicen que le dijo Cohn a un joven Trump. Esa lección la aplicó como promotor inmobiliario, como showman y la ejerce ahora como presidente.
Él y sus asesores. “El hecho es que ahora está de camino a la península de Corea”, replicó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, con la naturalidad que configura la posverdad.
Hacía referencia al anuncio de hace más de diez días de que el portaaviones nuclear Carl Vinson y su grupo de ataque –dos destructores y un crucero– se dirigía hacia el mar de Japón. “Hemos enviado una armada”, proclamó el presidente en la cadena Fox el martes 11 de abril.
Su tono sonó a amenaza inminente. Nadie dudó de que la Administración Trump estaba decidida a jugar fuerte contra el régimen de Corea del Norte y sus probaturas de bomba atómica.
Este martes se descubrió que, en lugar de dirigirse a ese punto conflictivo, la flota estadounidense había salido en dirección contraria. Cuando habló el presidente se disponían a llegar a una zona del Índico donde tenían concertadas una maniobras junto a la marina de Australia.
El portavoz Spicer y el propio secretario de Defensa, el general James Mattis, salieron a reforzar las declaraciones del presidente. Todos coincidieron en enviar una “poderosa señal” a Pyongyang.
Se temía que el Pentágono emprendiera un ataque preventivo y los medios no cesaban en sus preguntas. Los responsables militares, a la vista de la contundente afirmación de Trump, no veían la manera de dar marcha atrás.
El engaño empezó a desvelarse el lunes, cuando la Marina publicó on line una fotografía del Carl Vinson cruzando el estrecho de la Sonda, entre Java y Sumatra.
“No fue una cosa deliberada”, afirmó ayer el vicepresidente Mike Pence desde Japón.
Su tono conciliador contrastó con el de Spicer y la filosofía de que nunca se reconoce un error. “El presidente dijo que una armada iba hacia la península y eso es lo que está sucediendo, allí llegará”, insistió. Se le espera a finales de mes, con bastante retraso. –No fue la semana pasada... –Nunca dijimos eso, dijimos que iba para allá.