Polémica por la distribución de libros para Sant Jordi
Una asociación de librerías critica que no les sirven novedades
La Associació de Llibreries Independents, que agrupa a una veintena de establecimientos de toda Catalunya, ha emitido un comunicado en que denuncia el trato al que son sometidos sus establecimientos en Sant Jordi por parte de algunos grandes grupos –en referencia, básicamente, al Grup 62, de Planeta–. Arguyen, por un lado, que “no nos sirven libros de fuerte venta” porque “se destinan a grandes superficies y cadenas”, lo que “nos lleva a la paradoja de que supermercados cercanos a nuestras librerías dispongan de grandes cantidades de títulos que a nosotros nos aseguran que están agotados”, mientras que ellos reciben “literatura minoritaria o de difícil venta” no solicitada. La segunda queja es que “somos presionados para comprar algunos previsibles best sellers de Sant Jordi con mucha antelación, para eludir el descuento extra que editores y distribuidores deben hacer por estas fechas”, lo que “rompe el pacto histórico de que el descuento que se aplica al lector se repartía entre librero y editor”.
Si bien el grupo Planeta ha declinado responder al comunicado, su director de comunicación, Patrici Tixis, ha hablado en calidad de presidente del Gremi d’Editors de Catalunya. Opina que “sería un contrasentido que los editores perjudicaran a las librerías. A las editoriales lo que les interesa es reforzar el tejido librero en toda Catalunya”. Recuerda que el libro, “a diferencia de otros productos, no es algo que la tienda compra y ya está, sino que tiene siempre derecho a devolvérselo al editor. Por estas fechas, a veces, las librerías piden muchos ejemplares, para estar cubiertas, pero si los editores sirviéramos a todos los libreros lo que nos piden, eso obligaría a reimprimir títulos y, al llegar las devoluciones masivas, sería muy mal negocio”. Admite que “en las cercanías de Sant Jordi siempre hay más tensión y puede haberse producido algún problema concreto, pero las librerías independientes en Catalunya son más de 200. Y los best sellers, menos del 5% del total de ventas”.
Antoni Daura, librero independiente y presidente del Gremi de Llibreters, cuenta a su vez: “Por Sant Jordi, las demandas que hacemos las librerías están por encima de lo que se tiene previsto editar. Así que no hay libros para todos, eso pasa cada año. Los editores los distribuyen según su criterio, en función de las características de la librería, su facturación anual, etcétera. Los pequeños estamos en inferioridad de condiciones y nos recortan los pedidos, dicen que proporcionalmente. Ahora, este grupo de libreros –algunos agremiados, otros no–, muy legítimamente, considera que no se obra bien y hace una protesta formal. Los últimos dos o tres años hemos recibido quejas, imagino que los recortes económicos provocan tiradas más cortas. Como gremio, hemos protestado a determinados editores, pidiendo mayor transparencia en los procesos de distribución. Lo que hacemos es ofrecernos para mediar. Pero no estamos ante la vulneración de ninguna ley. Protestar un poco siempre vale la pena, pero es un tema difícil de resolver”.