La futura asistencia primaria sumará 5.000 profesionales, pero sin fecha
La reforma de la asistencia primaria presentada ayer por el departament de Salut dibuja una reorganización para que, además de médicos y enfermeras de familia, se incluyan en la atención trabajadores sociales, administrativos, cuidados paliativos a domicilio, rehabilitación, podólogos... Una amplia gama de servicios que se prestan de forma ambulatoria o a domicilio para hacerse cargo de una demografía distinta, donde abundan personas mayores, dependientes y con patologías diversas y simultáneas. Y todo ello dependerá de los equipos de asistencia primaria.
El plan incluye la incorporación de unos 5.000 nuevos profesionales –1.500 médicos, 2.500 enfermeras, 130 trabajadores sociales, 800 administrativos– para llevar a cabo una asistencia integrativa, proactiva (para evitar que los más delicados empeoren y recaigan) sociosanitaria, accesible se viva donde se viva y de calidad. Pero esa cantidad no tiene fecha. Según explicó el conseller Antoni Comín, “ahora tenemos la hoja de ruta y el ritmo de implantación dependerá de los presupuestos. El plazo, siendo realista, podría ser de 7 años ”.
La primaria para entonces deberá recibir el 20% de los presupuestos sanitarios y no el 16% actual. Mientras, empezará a reorganizarse en torno a 35 sectores con un promedio de 200.000 habitantes por sector (ahora hay sectores de 100.000 y otros de casi un millón). En cada uno de ellos habrá una estructura de mando del Catsalut que eliminará los actuales mandos intermedios del Institut Català de la Salut. Esa nueva estructura gestionará los CAP y los demás servicios (urgencias, rehabilitación, crónicos) de ese sector, sean propiedad de quien sea, y que deberán estar vinculados entre sí, conectados al mismo sistema informático con una única historia clínica compartida. El modelo se pondrá en marcha en cinco nuevos sectores el año que viene.
Asegurar la atención pediátrica en todos los sectores según las necesidades de esa población es otra de las metas del plan. Desde la conselleria se reconoce la insuficiencia de pediatras y avanza que estudia cómo conseguir más plazas de formación. También reconocen la falta de trabajadores sociales en el sistema: la mitad de la primaria no tiene este servicio, esencial para el nuevo modelo. También se pretende aumentar la proporción de profesionales por habitante y a las enfermeras les empezarán a exigir la especialidad de familia, un plus que sumará 15,3 millones extras en los presupuestos venideros.