La Generalitat volverá a construir vivienda protegida
El Govern se compromete a invertir alrededor de 10 millones anuales en levantar promociones destinadas al alquiler, la primera de ellas en el solar donde tuvo lugar el socavón del Carmel
Han pasado casi tres años desde que el conseller Santi Vila, entonces titular de la cartera de Territori, puso la última primera piedra de una promoción de vivienda pública de la Generalitat. Fue en l’Hospitalet, en unos pisos para jóvenes que están a punto de acoger a sus primeros inquilinos tras unas obras que se han alargado más de lo previsto. Allí estaba Meritxell Borràs como concejal de CiU en su ciudad. Ayer, ya como consellera de Governació i Habitatge, anunció que el gobierno catalán da un nuevo impulso a la construcción de vivienda protegida en Catalunya después de un largo periodo de parálisis.
“Ha costado, pero ¡por fin podemos reactivar este tipo de consproyectos trucciones!”, exclamó el actual conseller de Territori, Josep Rull, en una presentación en el Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya (COAC). Serán concretamente cuatro nuevas promociones que suman cerca de 100 viviendas de alquiler a precio asequible.
Una de ellas es muy especial por su ubicación, en el barrio del Carmel, en el solar de la calle Sigüenza donde las obras de construcción del metro provocaron un socavón de 35 metros de diámetro y 30 de profundidad. Hace doce años, durante la gestión posterior al desastre, la Generalitat adquirió el terreno. En una parcela de 428 metros cuadrados situada en la que fue la zona cero, donde ahora hay un parque infantil, se construirá un bloque de pisos con 20 viviendas de alquiler. Si se cumplen los plazos, los trabajos empezarán el año que viene y las llaves se entregarán en 2019.
También se construirán nuevos bloques de vivienda protegida en Rubí, El Masnou y en el barrio del Polvorí, en la falda de Montjuïc. Todos los proyectos son en solares del Institut Català del Sòl (Incasòl) que se encuentran en zonas ya desarrolladas urbanísticamente y que cuentan con elevada demanda de vivienda acreditada a la vez que hay población con dificultades de acceso a la vivienda. Los arquitectónicos se escogerán mediante un concurso en el que, según el director del Incasòl, Damià Calvet, habrá un comité de expertos que “tendrá en cuenta la calidad arquitectónica por encima de valores únicamente económicos”.
La inversión total será de 6,6 millones de euros. La intención del gobierno catalán es aumentar la cifra hasta alrededor de los 10 millones de euros a partir del año que viene y mantener la partida en el tiempo para dar continuidad a la construcción de vivienda pública. “Es un programa con vocación de permanencia”, aseguró Calvet.
En paralelo, el gobierno catalán seguirá adquiriendo pisos en manos de bancos utilizando el derecho de tanteo y retracto, que da a la Generalitat prioridad a la hora
Los nuevos pisos públicos de alquiler se harán en solares de zonas con alta demanda El Incasòl destinará 13 millones para alcanzar el millar de casas vacías adquiridas a bancos
de comprar los inmuebles. Es el método por el que ha apostado el gobierno catalán para incrementar el parque público de alquiler social con viviendas vacías fruto de los miles de desahucios ejecutados durante los últimos años.
El Incasòl anunció ayer que transferirá 13 millones de euros más a la Agència de l’Habitatge de Catalunya para ello. La consellera Meritxell Borràs considera que “es el momento de pisar el acelerador para aumentar el parque público de vivienda social y evitar que los pisos sean adquiridos por fondos de inversión internacionales”. Se calcula que con la inversión extraordinaria del Incasòl se podrán adquirir entre 225 y 250 pisos más que se sumarían a los 350 que prevé comprar la Generalitat con los 18,5 millones recaudados en el 2016 mediante el impuesto a los pisos vacíos. De esta manera se espera rebasar el millar de pisos vacíos adquiridos a bancos desde el 2015.