‘CSI Miami’ para datar a los romanos de Sitges
Una funeraria se hace cargo del coste de la investigación en Estados Unidos de los restos desenterrados por un temporal en la playa, junto a la antigua disco L’Atlàntida
El arqueólogo de Sitges Joan Garcia Targa se ha embarcado en un proyecto que él mismo afirma que se sitúa “entre la arqueología y la detectivesca”. Se trata de ir más allá en la investigación iniciada a raíz del descubrimiento casual en febrero pasado, como consecuencia de un temporal de levante, de los restos de una tumba romana, definida por unas tejas que delimitaban un espacio rectangular con la presencia de restos humanos, al lado de la antigua discoteca L’Atlàntida de Sitges y muy cerca del mar. Muestras de dos de los tres cadáveres han sido enviadas al laboratorio Beta Analytics Inc de Miami (EE.UU.) con el objetivo de fecharlas con más rigor, mediante un estudio basado en el carbono-14. Quieren “precisar mejor el momento del entierro dentro del periodo romano, tal como se desprende de las tejas que acompañan uno de los cuerpos”, según Garcia Targa. Esta prueba química –la datación basada en el radiocarbono– permitirá acotar el margen cronológico que este arqueólogo de Sitges supone, inicialmente, que puede oscilar entre los siglos I y V-VI después de Cristo. Los resultados se podrían conocer ya a principios del mes que viene.
Se da el caso curioso que esta investigación detectivesca ha sido posible gracias al hecho de que su coste ha sido asumido por Altima Serveis Funeraris Integrals-Gic de Nomber, una de las compañías catalanas en la gestión de servicios funerarios, crematorios y cementerios. Joan Garcia Targa explica que “en el momento de búsqueda de un patrocinador para ayudarnos a hacer este análisis pensamos en esta empresa, dada la temática específica”. Después de una reunión en el Ayuntamiento de Sitges, promovida por la concejal de Servicios Urbanos y Recursos Humanos, Carme Almirall, consiguieron la implicación de Altima en este proyecto de investigación.
Paralelamente se ha abordado un análisis de los restos a cargo de la antropóloga Núria Armentano. Este estudio permitirá conocer con más precisión la edad, posibles enfermedades, causa o causas de la muerte y calidad de vida que tuvieron el hombre adulto y la chica joven. Los restos del tercer cadáver desenterrado, un bebé, resultaron escasos y poco significativas para hacer este análisis antropológico. Inicialmente se informó de que los restos humanos correspondían a un individuo masculino de unos treinta años con algunas patologías óseas pendientes de precisar. Asociados a este hombre se encontraron unos pocos fragmentos conservados de un niño pequeño, de en torno a un año de edad. También se encontró un segundo cuerpo bastante entero, correspondiente a una mujer juvenil, de unos 16 años, dispuesta de lado, dentro de las tejas que conformaban inicialmente un receptáculo cerrado como un ataúd. También se efectuó una topografía muy exhaustiva del lugar del hallazgo y del entorno a cargo de Marc Clavaguera Castells, que permitirá definir mejor la zona y disponer de un plano para futuras posibles intervenciones arqueológicas en esta zona de Sitges. Es posible que los restos excavados tengan alguna relación con el yacimiento identificado como Santa Margarida en el Inventario de Patrimonio de Sitges, que se localiza dentro del recinto actual del Club de Golf Terramar de Sitges. En este lugar se recogieron fragmentos cerámicos de época romana.
Al finalizar la excavación de los restos humanos se abrió un poco más el entorno para agotar las zonas adyacentes, sin encontrarse ninguna otra evidencia de tumbas u otros restos materiales romanos. Fue una amiga de Garcia Targa, Ángeles Matías, que suele pasear en esta alejada playa situada detrás de la antigua discoteca, quien lo avisó del afloramiento de la tumba romana a raíz del peor temporal marítimo en el Garraf de los últimos 15 años. Joan Garcia Targa fue al lugar e hizo un registro fotográfico. También contactó con el arqueólogo territorial de la Generalitat, Magí Miret i Mestre, quien efectuó las gestiones pertinentes que posibilitaron que el 8 de febrero se pudiera excavar la zona. El coste de la excavación fue sufragado por el Servicio de Arqueología de la Generalitat de Catalunya.
Los trabajos permitirán determinar la antigüedad y las causas de la muerte de los cuerpos hallados