Villar, eterno presidente
La Federación le reelige sin oposición, pero los tribunales tienen la última palabra
Ángel María Villar, de 67 años, fue reelegido ayer presidente de la Federación Española de Fútbol para un octavo mandato por una mayoría abrumadora de la asamblea. Aunque la decisión es firme, podría ser revocada en los tribunales, lo que daría paso a un nuevo proceso electoral. El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tiene todavía que pronunciarse sobre el fondo del recurso que presentó en su día el otro candidato, Jorge Pérez, ex secretario general de la Federación, que también tiene interpuesto otro recurso en el juzgado de lo contencioso administrativo.
No acaban ahí los problemas de Villar con la justicia, pues aún debe batallar en los juzgados por otros dos casos que le podrían costar la inhabilitación por prevaricación: el caso Recreativo (ayudas ilegales al Decano y al Marino) y el caso Haití (dinero destinado a cooperación que no llegó a destino).
Pase lo que pase con la justicia, lo que ayer quedó claro es que Villar controla la Federación con puño de hierro. De los 139 asambleístas con derecho a voto, le apoyaron 112. El resto fueron seis votos nulos, once papeletas en blanco y diez electores que se abstuvieron.
De acabar este nuevo mandato, Villar habrá presidido la Federación 32 años seguidos. Hasta su llegada en 1988 quien más años había ostentado el cargo fue Pablo Porta (nueve años), sustituido por José Luis Roca, el antecesor de Villar, gracias a un decreto del Gobierno de Felipe González, -el que se llamó decreto antiportapor entenderse entonces que el mandatario catalán llevaba demasiados años en el cargo.
Operado de la rodilla recientemente, Ángel Villar optó por presentarse después de flirtear durante muchos meses con la posibilidad de presentarse a presidente de la UEFA, lo que desestimó finalmente cuando se dio cuenta de que no tenía ninguna posibilidad. Muchos de sus amigos en cargos de responsabilidad en la FIFA y la UEFA, entre ellos Platini y Blatter, han acabado imputados por corrupción.
Enfrentado al CSD, en especial con su anterior presidente, Miguel Cardenal, y enemigo personal y acérrimo del presidente de laLiga, Javier Tebas, Villar se ha vuelto a salir con la suya amparado sobre todo en las territoriales (le han apoyado 16 de las mismas). Hasta sus enemigos le han acabado votando para no quedarse solos. La idea de Tebas de presentar contra Villar al fútbol profesional unido como un bloque falló estrepitosamente. El Barcelona votó a favor de Villar y el Madrid no estaba entre los clubs que votaban porque no estaba en la lista de Tebas. A Villar le han respaldado también los árbitros, el fútbol amateur y la AFE, el sindicato de futbolistas. De hecho, Luis Rubiales, su presidente, se postula como un posible delfín de Villar. Pero hay Villar para rato.
De los 139 asambleístas con derecho a voto, 112 votaron por Villar y once en blanco