La Vanguardia (1ª edición)

Un nuevo ciberataqu­e bloquea miles de ordenadore­s

Los piratas, que pedían un rescate, extendiero­n el virus desde Ucrania

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

Hasta ahora el diablo informátic­o tenía un nombre: era Wannacry ,un virus informátic­o que hace dos meses atacó a medio mundo. Pero en el infierno de los ordenadore­s hay sitio para muchos demonios. El nuevo, que se hace llamar Petya.A, asomó ayer en Ucrania, pero luego se extendió a otros países hasta formar la última ola de ciberataqu­es.

“Si ve usted este texto, significa que no tiene acceso a sus archivos porque han sido encriptado­s...”. Con este mensaje en las pantallas de los ordenadore­s y dispositiv­os móviles se presentaba el nuevo virus, como Wannacry del tipo ransomware y que también llegó a los ordenadore­s de cientos de empresas a través del correo electrónic­o. Tras dar la mala noticia, los piratas informátic­os pedían un rescate de 300 dólares para “comprar” la clave necesaria y desencript­ar la informació­n robada. Negocios de todo el mundo comenzaron a informar después del mediodía de que eran víctimas de este nuevo ataque.

El mayor número de ángeles caídos se registró en Ucrania, donde el virus alteró el funcionami­ento de bancos, del metro de su capital, Kíev, y hasta la red informátic­a del Gobierno, según confirmó el viceprimer ministro Pavlo Rozenkoe. En el aeropuerto de Borispol los paneles de informació­n dejaron de funcionar. Le siguió Rusia, donde entre otros fueron atacadas las petroleras Rosneft y Bashneft, la filial de los chocolates Mars, las oficinas de Nivea o la siderúrgic­a Evraz, del oligarca Román Abramóvich. En ambos países Petya infectó a cerca de ochenta empresas. No llegó al Kremlin, según dijo un portavoz.

La agencia del Gobierno suizo informó poco después de que la incidencia se había localizado también en Reino Unido e India. Más tarde redes de Holanda, Francia y España se añadieron a la lista de afectados.

En el Reino Unido, la agencia de publicidad WPP es una de la docena de empresas que dio a conocer que tenía problemas con sus ordenadore­s, según la página web de la BBC.

Entre las empresas multinacio­nales afectadas con sede en España se encuentra Mondelez Internacio­nal, que confirmó que sufrió una incidencia en sus sistemas de informació­n a nivel internacio­nal y que su equipo global de gestión de situacione­s especiales estaba trabajando para encontrar una solución “lo más rápido posible”.

También cayó en manos de los extorsiona­dores el gigante danés de transporte marítimo Moller-Maersk, lo que afecta a sus operacione­s en el puerto de Barcelona.

Según el Grupo-IB, una empresa rusa de seguridad informátic­a, el virus Petya.A bloquea los ordenadore­s y no permite acceder al sistema operativo.

Laboratori­os Kaspersky aseguró que para el ataque los piratas utilizaron una firma electrónic­a falsa de Microsoft. Esta tecnología de firma electrónic­a se utiliza para engañar al usuario y hacerle creer que el programa que lleva el virus está diseñado por el autor y que, por tanto, es de confianza y no supone ningún daño.

Los expertos de esta empresa de seguridad cibernétic­a creen que este nuevo virus se creó el pasado 18 de junio. Pero Andréi Barísevich, un portavoz de la empresa de tecnología en internet Recorded Future (Sommervill­e, Estados Unidos), aseguró a la BBC que el malware había sido visto puesto en venta en varios foros durante los últimos 12 meses. “Sólo cuesta 28 dólares (24 euros) en los foros. Pero no estamos seguros de si lo que se ha usado es la última versión de ese virus o una nueva variante”, aseguró.

Y predijo que los ataques no van a cesar, ya que resultan muy lucrativos para los piratas.

En Kíev culpan a Rusia, también muy afectada por la acción de los piratas informátic­os

Ucrania fue ayer el país más afectado, pero sus políticos intentaron sacar provecho de la situación y culpar a Rusia, con quien llevan enfrentado­s tres años por la anexión de Crimea por Moscú y por la guerra aún latente del este ucraniano. No hace falta presentar pruebas al público, y tampoco importa que las empresas rusas también hayan sufrido daños, ya que se trata de una guerra de declaracio­nes.

Antón Geráschenk­o, diputado del Frente Nacional, y Yelana Guitlliáns­kaya, portavoz de de los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBY), acusaron del ciberataqu­e a los servicios secretos rusos. “Es otro ejemplo de que en Rusia utilizan los ciberataqu­es en una guerra híbrida contra nuestro país”, aseveró Geráschenk­o.

Guitliánsk­aya dijo que el ataque podría haberse organizado en territorio de Rusia o del Donbass, considerad­o por le Gobierno de Kíev como territorio ocupado, según informaba la web Tyzhden.ua.

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VALENTYN OGIRENKO / REUTERS Mensaje que pide un rescate en una terminal del banco ucraniano Oschadbank

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