La Vanguardia (1ª edición)

Hijo pródigo azulgrana

El Barça tiene de plazo hasta el viernes para hacer efectiva la recompra del jugador

- ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

Hace ya algunos meses que Robert Fernández confirmó la intención del Barcelona de repescar a Gerard Deulofeu, pero la recuperaci­ón del extremo de Riudarenes ha esperado a última hora, a punto de que expire la opción de recompra, el 30 de junio.

Amediados de abril, al término del partido contra la Real Sociedad en el Camp Nou, Robert Fernández confirmó la intención del Barcelona de repescar a Gerard Deulofeu. “Sí, sí, rotundamen­te, sí”, dijo el secretario técnico. En consecuenc­ia, como mínimo hace dos meses y medio que el club tiene clara la idea de recuperar al extremo rompedor de Riudarenes, pero va a hacerlo a última hora, cerca de que expire la opción de recompra, el próximo viernes (30 de junio). La operación ha entrado en una cuenta atrás que demuestra que tiene interrogan­tes y aristas.

Robert afirmó en abril –y la cúpula del club no ha cambiado de opinión al respecto– que la recompra de Deulofeu no será una operación especulati­va sino un fichaje del que se espera rendimient­o futuro. El Barça puede incorporar de forma unilateral al extremo, de 23 años, pagando 12 millones de euros al Everton. Pudo hacerlo el pasado verano, pero el futbolista no había conseguido superar el papel de revulsivo en su primera temporada en Goodison Park. La segunda campaña de Gerard en la Premier tampoco parecía nada extraordin­ario, con cuatro titularida­des y ningún gol en la hoja de servicios, pero el mercado de invierno le abrió las puertas de un nuevo futuro. Prestado al Milan a finales de enero por 700.000 euros, en la capital lombarda ha desplegado el talento que había exhibido en todas las categorías inferiores del Barça. En el último destino de un largo historial de cesiones, Deulofeu se consolidó por primera vez en la titularida­d, desequilib­ró, marcó y asistió, pero además lo hizo de manera consistent­e.

Su rendimient­o en Milán en cinco meses ha resultado tan impactante que no sólo ha llamado la atención del Barcelona, sino también la de Julen Lopetegui. Después de tres años de ausencia, coincidien­do con el ciclo de cesiones culminado con su venta al Everton, las puertas de la selección absoluta parecían selladas para el delantero. Pero el nuevo

Cuando parecía estancado, en 5 meses en el Milan el extremo ha convencido al club y al selecciona­dor

entrenador lo ha rescatado y, en su segundo partido con la roja ,el pasado 28 de marzo, Deulofeu provocó el penalti que transformó Silva y marcó el segundo gol de la victoria de España en el Stade de France (0-2). Ahora brilla en Polonia en la disputa del Europeo sub-21.

Este contexto resulta esencial para interpreta­r la situación del extremo. Su ilusión por disputar el Mundial de Rusia el próximo verano exige minutos de juego, un protagonis­mo que le asegura el Milan –que lógicament­e desea hacer efectivo su fichaje– pero está carísimo en Barcelona.

Aunque Guardiola le hizo debutar con el primer equipo del Barça en octubre del 2011 con 17 años y realizó la siguiente pretempora­da con el primer equipo, Deulofeu no ha conseguido convencer a ningún técnico blaugrana. La irregulari­dad, la inmadurez o una escasa predisposi­ción para el sacrificio defensivo ocultaron sus cualidades. Fue cedido al Everton (2013-14) y al Sevilla (2014-15), y finalmente traspasado por 6 millones al club de Liverpool en 2015, cuando el catalán Robert Martínez era su entrenador. En esta operación se incorporó una cláusula por la cual el Barcelona se reserva un derecho preferenci­al de recompra en los dos primeros veranos. Faltan tres días.

EL RESURGIMIE­NTO

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MACIEJ GILLERT / AFP Gerard Deulofeu, en un partido del Europeo sub-21 con España

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