Sánchez e Iglesias inician la senda del entendimiento con una agenda común
El líder de Podemos no condiciona los acuerdos a la moción de censura o la consulta
Esta vez ya sin paseíllos toreros ni escenificaciones teatrales, los vetos mutuos y las líneas rojas preventivas, las desconfianzas y los reproches mutuos por el pasado que pudo ser y no fue se quedaron en la puerta del despacho del portavoz del PSOE en el Congreso, donde Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reencontraron ayer por espacio de hora y media. Los líderes del PSOE y de Podemos dieron así el pistoletazo de salida al nuevo camino que ambos quieren emprender para construir, en primer término, “una mayoría alternativa en el Congreso, para empezar a desmantelar la acción gubernamental del PP”.
“Lo importante es empezar la casa por los cimientos, no por el tejado”, celebró Sánchez al término de la cita, en una entrevista en La Sexta. El líder del PSOE, al contrario que en la anterior y fallida legislatura, no quiere generar falsas expectativas antes de tiempo ni plantear imposibles horizontes de grandeza: “Lo que tenemos que hacer es empezar a caminar”, dijo. Con un gran objetivo en la diana, claro está: “Mi prioridad lógicamente es que Rajoy no siga siendo presidente del Gobierno”. Aunque sin buscar atajos, como le volvió a urgir Iglesias: “Una moción de censura tiene que ser meditada, trabajada y no improvisada –advirtió el renacido líder del PSOE–. Nunca me he negado a una moción de censura, pero debe servir para descabalgar al Gobierno de Rajoy y no precisamente para fortalecerlo”.
Sánchez aseguró haber encontrado a un Iglesias con unos planteamientos “mucho más realistas” que en la anterior legislatura. Y así, convinieron en activar una “agenda común” en el Congreso, para la que actuarán como interlocutoras las portavoces parlamentarias de ambos partidos, Margarita Robles e Irene Montero. Con un índice acordado: rescate a los jóvenes, pensiones, negociación colectiva, igualdad de género, renta mínima... El líder del PSOE también dio a entender su oposición al techo de gasto del Gobierno: “Siempre hemos sido beligerantes con la política fiscal y presupuestaria del Gobierno, y lo vamos a seguir siendo”. Sánchez consideró así que “hay posibilidades de que la izquierda se entienda”. Y aseguró que trabajará por dicho entendimiento, ya que su enfrentamiento sólo beneficia a la derecha. No obstante, el líder del PSOE continúa hoy su ronda de contactos con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pues sigue apostando por un improbable entendimiento entre lo que insiste en denominar como “las fuerzas del cambio”. Ya mañana, Sánchez se reunirá con el coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Iglesias también se mostró moderadamente optimista por lo que considera un cambio de posición del PSOE, “que está más cerca de nosotros y más lejos del PP”, y por ello decidió bendecir los avances en la relación entre ambas formaciones sin, de momento, marcar fechas límites o líneas rojas. No ocultó que, en último término, su objetivo no es tratar de forzar la acción de gobierno desde el legislativo, sino sacar adelante una moción de censura, pero no quiso poner fechas ni lanzar ultimátums.
En este sentido, puso el acento en su agenda compartida con Sánchez, que concentró en siete medidas de política económica. En primer término, Iglesias quiere que PSOE y Podemos pacten una cifra alternativa de techo de gasto y un suelo para los ingresos,
Ambos discrepan sobre Catalunya, pero para el podemita es un avance que el PSOE ya use la palabra ‘plurinacional’
única vía para evitar “la normalización de los recortes” que pretende el PP. En segundo lugar, quiere que ambos promuevan una reforma de las pensiones que permita garantizar su viabilidad añadiendo la vía de financiación tributaria a la de las cotizaciones. Luego, quiere pactar con el PSOE una prestación por hijo a cargo que alcance los 100 euros por familia en cuatro años. En cuanto al CETA, Iglesias valora “el medio paso” de cambiar el apoyo por la abstención, pero quiere que el PSOE apoye a Podemos en la solicitud del control constitucional y, en su caso, un recurso ante el TC. Otro acuerdo pasa por reformar la negociación colectiva y devolver a los sindicatos su capacidad de interlocución. Y finalmente, Iglesias quiere que impulsen juntos una ley de subida del salario mínimo que siga el ejemplo del Gobierno portugués.
Aunque constató su desacuerdo respecto a Catalunya, Iglesias puso el acento en el avance de vocabulario que para los socialistas supone asumir la plurinacionalidad del Estado y lo comparó con la evolución de la tolerancia sexual española: “Hace 20 años, hablar en España de matrimonio gay era impensable, y hoy ningún diputado del PP se atrevería a cuestionarlo. Hay asuntos que evolucionan con la sociedad. Por eso consideramos un avance que el PSOE haya empezado por utilizar la palabra”.