Airbnb se arroga la defensa de las economías familiares
La plataforma asegura que el 70% de sus usuarios son propietarios que alquilan habitaciones por días
Airbnb quiso reivindicar ayer su función social con las familias modestas. Consciente del desgaste que ha provocado en su imagen la ola de realquilares fraudulentos aparecidos en los últimos días valiéndose del poco filtraje con el que opera la compañía, la plataforma de alquiler turístico de apartamentos recalcó ayer que el 70% de sus usuarios son propietarios que alquilan habitaciones vacías.
Para ello, Airbnb movilizó a cuatro anfitriones –así es como denomina la compañía a los anunciantes de las viviendas en su página web – en un piso de Sant Martí para que defendieran su actividad ante la prensa. Este es el caso de Lluís Sánchez que aseguró que puede seguir pagando la hipoteca gracias a los ingresos extra que le reportan el alquiler por días de dos habitaciones. “Lo hago por necesidad, soy una víctima de la crisis”, a pesar de que reconoció que se encuentra en una “situación alegal”.
Aprovechando ese testimonio, Airbnb ensalzó la razón de ser del home-sharing (compartir la vivienda) cuya regulación esperan poder pactar con el Ayuntamiento. Precisamente, uno de los interlocutores con la administración es Sergio Vinay, responsable de Iniciativas y políticas públicas de la plataforma, que indicó que su voluntad es la de tener “normas claras” para estos anfitriones. Durante sus explicaciones, sin embargo, pasó por alto que la polémica latente en los últimos días nada tiene que ver con el alquiler de habitaciones, sino con el realquiler ilegal de viviendas sin permiso turístico. Una circunstancia por la que la teniente de alcalde de urbanismo calificó la actividad de la compañía de estafa al haber cruzado todos los límites y anunció la interposición de una multa por valor de 600.000 euros. Ayer, Airbnb ya dejó claro que la recurrirá como han recurrido anteriormente las sanciones que le ha impuesto la Generalitat. La compañía contrarrestó las acusaciones del Consistorio, denunciando una “campaña del miedo y de la confusión que estigmatiza a los anfitriones”.
Pero a la pregunta: “¿Qué hace Airbnb para evitar que haya realquileres fraudulentos?, la compañía se escudó en los términos de uso que figuran en su página web y que traspasan la responsabilidad a los usuarios de la plataforma: “recordamos a nuestros anfitriones que conozcan la normativa local”, respondió Vinay.
La compañía acusa al Ayuntamiento de llevar a cabo una campaña del miedo