Una constelación de estrellas de la cocina se cita en Barcelona
Massimo Bottura, René Redzepi, Daniel Humm, Joan Roca y Ferran Adrià. Son los cinco chefs más aplaudidos del planeta. O aquellos cuyos restaurantes han encabezado por lo menos una vez la lista británica de The world’s 50 best restaurant, que en los últimos tiempos se ha convertido en el ranking más influyente de la alta gastronomía mundial y que ha elegido Barcelona para celebrar con una gran fiesta sus quince años.
La celebración arrancó ayer por la mañana en la antigua fábrica de Damm con el discurso de estos cinco cocineros. Si Ferran Adrià aprovechó su tiempo para repasar el pasado y el futuro de la alta cocina y para hablar de su Bulli Lab –“el objetivo es generar sabiduría”, explicó–, otros chefs como el italiano Massimo Bottura (Osteria Francescana, en Módena) prefirieron centrar su discurso en un tema social: el desperdicio alimentario. “Los cocineros podemos ser la voz del cambio porque la voz del cambio somos todos”, apuntó Bottura.
El suizo Daniel Humm, al frente del Eleven Madison Park en Nueva York –nuevo mejor restaurante del mundo–, quiso hablar sobre la mágica relación que existe entre la sala y la cocina y de cómo ejecuta todo junto a su socio Will Guidara (se les conoce como la “power couple”), mientras que Joan Roca aprovechó para describir los nuevos proyectos del Celler –habló, por ejemplo, de la fábrica de chocolate que están a punto de abrir en Girona– y remarcó la importancia del trabajo en equipo en su restaurante.
El broche final lo puso el danés René Redzepi del recién desparecido Noma, en Copenhague, quien se subió al escenario en chancletas recién llegado de la pop-up de su restaurante en Tulum para hablar sobre cómo descubre nuevos alimentos en México.
No han podido acudir a la cita Thomas Keller, de French Laundry (Nueva York) el primer numero uno (en el 2003, cuando se celebró la primera ceremonia para anunciar la lista) ni Heston Blumenthal, cuyo Fat Duck (Bray, en el Reino Unido) fue número uno en el 2005.
Tras las charlas, la fiesta continuó en la terraza del Hotel W, donde se acercaron chefs de todo el mundo –José Andrés, Virgilio Martínez, Josean Alija .... – para convertir a Barcelona por unas horas en la capital mundial de la alta cocina.