Claudio Bravo para tres penaltis y traslada a Chile a la final
Enfrentarse a Chile en una tanda de penaltis no es nada recomendable. La roja se adjudicó la última Copa América derrotando a Argentina en la resolución desde los 11 metros y ayer se clasificó para la final de la Copa Confederaciones al batir a Portugal en el mismo trámite. Los chilenos (Vidal, Aránguiz y Alexis Sánchez) convirtieron todos los lanzamientos y Claudio Bravo impidió todas las transformaciones de los portugueses (Quaresma, Moutinho y Nani). A la espera de conocer el adversario que resultará de la semifinal de hoy entre Alemania y México, el campeón sudamericano es justo finalista del torneo porque expresó mucha mayor ambición que Portugal a pesar de su desacierto en la definición.
Arrancó trepidante el duelo entre campeones continentales, con refriegas entre los jugadores y dos grandes oportunidades de Vargas y André Silva desbaratadas por los porteros, pero fue desplazándose excesivamente hacia el terreno táctico a pesar de la voluntad de Chile. El equipo de Juan Antonio Pizzi dispuso de las mejores oportunidades –a destacar un remate de chilena de Vargas y un testarazo de Alexis Sánchez–, pero no pudo evitar la prórroga. Incluso en el minuto 119 dispuso de dos remates consecutivos de Vidal –un coloso el centrocampista del Bayern– y Martín Rodríguez que se estrellaron en el palo izquierdo y el larguero de Rui Patricio. La fortuna de la que careció durante el juego la tuvo Chile en la serie de penaltis con un Claudio Bravo impecable.