TRUCOS PARA COMPRAR ALIMENTOS FRESCOS
Las grandes empresas del comercio electrónico aseguran vender alimentos frescos y entregárnoslos en un clic, pero lo cierto es que no hay mejor garantía (y placer) que ir al mercado y escoger las mejores piezas gracias a nuestra vista y olfato. Sus nutri
Fruta y verdura
• De temporada, siempre: además de que generalmente tienen mejor precio, las frutas siempre son mejores en su propia temporada. Aunque podrías encontrarlo, no compres melón en diciembre. Para estos meses de verano, no dejes pasar los albaricoques –este año están riquísimos–, las nectarinas, los nísperos, las ciruelas, el melón y la sandía. En el caso de las verduras y hortalizas, ahora es el momento de los espárragos, las habas, la coliflor, el apio y las acelgas.
Pescado
• Con buenas agallas: el pescado fresco es siempre brillante, con ojos nítidos y las agallas bien rojas. Puedes pedir sin problema que te las enseñen. Además, si pasas el dedo por la piel, deberá deslizarse. El cuerpo debe estar terso y duro, y las escamas bien presentes. Nada de exceso de sangre o cortes de más.
• Colores brillantes y lisos: escoge las frutas y verduras en función de su color y tersidad. Deben ser brillantes, lisas y sin golpes o zonas arrugadas. Si tienen tallos, deben estar verdes. También es importante que conserven su olor original.
• En su punto de maduración: cuando una pieza está madura en la tienda, es que ya ha pasado ese proceso en la caja. Escoge en función de cuándo la comerás.
• Sin mucho peso: también es importante fijarse en la colocación de las frutas y verduras. No elijas aquellas que soporten mucho peso o que no tengan ventilación.
• Artes tradicionales: escoge el pescado que se haya capturado respetando las artes de pesca tradicionales: de anzuelo, cerco o palangre. Técnicas de pesca abusivas como el arrastre hacen que lo ejemplares sufran más y, por ello, serán de peor calidad.
• Mira el calendario: ahora es buen momento para pescados azules, como el bonito (hasta octubre, más o menos), las sardinas, los calamares frescos de playa, el cabracho (para un pastel de pescado, por ejemplo), o el mejillón, rico en hierro.
• Sé flexible: no te ciñas a la receta o a la aburrida moda de la lubina, la dorada, la merluza o el lenguado. Puede que sean de piscifactoría y no estés reparando en especies menos conocidas, pero de carnes excelentes, como el jurel o el verdel.
Carne
• Rojas, rojas, rojas: la carne de ternera debe ser roja en su totalidad. En cambio, la del cerdo es un poco más pálida, cercana a rosada. Fíjate que no tengan un color anormal, más propio de una fase de oxidación.
• Si dudas, pregunta: el carnicero debe disponer de certificados de sanidad de cada animal, como exige la normativa. Las piezas también deben mostrar su propio sello con el origen: en el caso del cochinillo y el cordero, es fácil detectarlos.
• Un buen corte: la calidad puede ser excelente, pero si el corte no es perfecto, perderemos gran parte del sabor y la textura. Conviene evitar los nervios y la grasa, salvo que sea entrevetada, como ocurre con el cerdo ibérico y el lomo de buey.
• Gelatina y líquidos, fuera: ocurre sobre todo con las aves y carnes blancas, más delicadas que las rojas. El pollo no puede desprender líquido ni gelatina con olor a rancio; estas señales son determinantes para desechar la compra. Si las aves son de corral, su carne será amarilla, ya que se han alimentado de grano.
Otros
• Huevos: la cáscara debe estar limpia, sin grietas y presentar un color uniforme. En la numeración, el primer dígito indica la forma de cría de las gallinas: 0, para la producción ecológica; 1, para la campera; 2; realizada en el suelo; y 3, en jaulas. En un vaso de agua, los huevos frescos se hunden completamente; los que no, flotan.
• Quesos frescos: hay que tener cuidado con ellos, porque un mal estado puede conllevar enfermedades graves. Deben presentar un color blanco, no estar cubiertos de suero ni amarillear por los bordes. Cómpralos en una charcutería de confianza.
• Conservas y latas: deben indicar con una etiqueta su procedencia, composición y fecha de caducidad. En el caso de las conservas en vidrio, las pequeñas burbujas suelen indicar un inicio de la fermentación.
• Fiambres: la coloración debe corresponder a la del producto original, así como a las especias que se han utilizado en la elaboración. No deben contar con una textura viscosa, sino firme y brillante.