De la gloria a la absoluta
Si hay algo que distingue a la
rojita del 2017 de sus dos precedentes cercanos que fueron campeonas, la del 2013 con Julen Lopetegui, y la del 2011 con Luis Milla, es la experiencia. Sus jugadores tienen mucha más mili, están más rodados: el once titular de la semifinal contra Italia acumulaba 318 partidos de experiencia en alguna de las cinco grandes ligas europeas, mientras que el equipo de Lopetegui de hace cuatro años sumaba 263 partidos, con jugadores como Bartra, Montoya, Alberto Moreno o Morata, que a duras penas tenían minutos en sus equipos; y el de Milla acumulaba 289, con futbolistas que ya eran fijos en sus clubs como De Gea, Muniain, Javi Martínez, Adrián o Mata. Un elemento común en estos dos precedentes campeones es la proyección meteórica que supone para los futbolistas ganar el Europeo sub-21: la mayoría han llegado, han pasado o se han quedado en la selección absoluta, a la vez que se han asentado en sus clubs. Así sucedió, en la selección campeona del 2013, con Morata, Isco, Thiago (los 3 máximos goleadores), De Gea, Koke, Iñigo Martínez, Bartra o Montoya; y con la del 2011, con joyas como Javi Martínez, Adrián, Mata, Muniain o Ander Herrera. Del actual equipo de Celades ya han debutado con Lopetegui Saúl, Asensio, Bellerín, Deulofeu, Oyarzabal, Williams y Denis Suárez, y fue convocado Kepa.