El euro se dispara a máximos en 15 meses impulsado por Draghi
La moneda única sube por la creencia de que se acerca el fin de los estímulos
El euro alcanzó ayer máximos desde mayo del año pasado frente al dólar, impulsado por la creencia de que el Banco Central Europeo (BCE) acelerará la retirada progresiva de los estímulos que ha protagonizado el mayor periodo expansivo de su corta historia. La moneda única superó los 1,14 dólares, y encadenó así tres días consecutivos al alza. Buena parte de este rally se debe a las declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi, el pasado martes.
El banquero italiano se ha convertido en los últimos años en el más fiel escudero de los especuladores. No solo porque ha facilitado enormemente con la laxitud monetaria el alza en el precio de determinados activos –desde las acciones a los bonos, pasando por el inmobiliario–, sino porque cada vez que abre la boca y da pistas o señales sobre sus próximos pasos, el mercado sobrerreacciona.
Ahora no ha sido una excepción, aunque, como siempre sucede con Draghi, sus hermeneutas no se ponen de acuerdo. El euro se ha disparado, pero eso no evita que persistan las dudas de fondo de algunos. Durante muchos meses, el guardián del euro ha insistido en que no se precipitará, esperará a ver consolidada la recuperación de la economía y de la inflación y solo retirará sus manos del mercado cuando esté completamente seguro de que puede hacerlo.
No importa. Las ganancias del euro han sido superiores al 2% en los últimos días, lo cual no es una mala noticia para todos aquellos que están preparando la maleta para irse de vacaciones y ven incrementado su poder de compra. Por el contrario, las bolsas retrocedieron ayer con fuerza. Un euro más fuerte penaliza la competitividad de las empresas.
Las expectativas, en cualquier caso, son buenas y eso favorece a la moneda única. Ayer se conoció el dato de que la confianza económica en la eurozona saltó al nivel más alto en diez años. Un índice de confianza de ejecutivos y consumidores subió de 109,2 puntos en mayo a 111,1 en junio, afirmó la Comisión Europea en Bruselas. Es la lectura más fuerte desde agosto de 2007 y se compara a una mediana de estimativas de 109,5 en una encuesta de Bloomberg a economistas.
El informe del discurso de Draghi, ya mencionado, en el que desconcertó a los inversores sosteniendo que hay margen para ajustar las medidas de estímulo en tanto mejora la economía, pese a que llamó a tener prudencia y paciencia ante una inflación que sigue baja. Un indicador de la actividad del sector privado insinuó que la economía de la eurozona registró su expansión más veloz en seis años en el segundo trimestre, en tanto la confianza de los empresarios en Alemania rompió un récord y se disparó la confianza del consumidor en Francia.
“Los datos están mejorando, la recuperación se está acelerando. Vemos que las piezas están encajando”, dijo Marco Valli, analista de UniCredit en Milán. “Tarde o temprano llegará la presión sobre los precios. El informe de la Comisión mostró un aumento generalizado de la confianza.