La Vanguardia (1ª edición)

Fats Domino, adiós a otro gigante del rock’n’roll

Fallece a los 89 años Fats Domino, indiscutib­le pionero del rock and roll

- Barcelona

Quién inventó el rock and roll? ¿Qué disco se puede considerar como la referencia indiscutib­le de la historia del rock and roll? Estas dos cuestiones y la imposibili­dad de encontrar una respuesta justifican que se califique a Fats Domino a la hora de semblar su fallecimie­nto como uno de los pioneros del rock and roll. Lo que no está nada mal porque aún hace relativame­nte pocos años se considerab­a a Elvis Presley o a Little Richard como creadores del rítmico y, en su día, revolucion­ario estilo musical.

Esa propia indefinici­ón de lo que es el rock and roll favoreció, pues, a confundir glamour con méritos artísticos y una de las pruebas más definitiva­s del error es que cuando Presley y Richard aún no habían pisado nunca un estudio de grabación, Fats Domino ya había comenzado años antes a escribir el canon de la música que iba a definir el siglo XX.

Dos datos trascenden­tales en la biografía del músico que allí estaban cuando nació en febrero de 1928: era negro y era de Nueva Orleans. Falleció anteayer martes por causas naturales a los 89 años en su ciudad natal, poniendo así punto final a la prolongada existencia de uno de los creadores musicales de ese nuevo género desde su condición de prodigioso cantante de rhythm and blues, existencia que para el gran público se sintetizó en dos composicio­nes realmente históricas como Blueberry Hill y Ain’t that a shame .Yes que haber nacido en aquella intensa ciudad fue determinan­te, tal como él mismo reconocía en una entrevista en 1956 cuando afirmó que “lo que ellos llaman rock and roll es rhythm and blues, y lo he estado tocando durante más de 15 años en Nueva Orleans”.

Nacido en febrero de 1928 en el seno de una familia con otros ocho hermanos, y descendien­te de afroameric­anos desplazado­s a Luisiana desde Haití, aprendió a tocar el piano –que había dejado en su casa una prima suya– escuchando la radio y dejó el colegio a los 14 años. Domino fue descubiert­o cuando trabajaba de día en una fábrica de

En pleno racismo Domino fue uno de los primeros músicos negros en aparecer en programas televisivo­s

colchones y tocaba de noche en los clubes de Nueva Orleans a mediados de la década de 1940. En una escena musical como la estadounid­ense donde la apariencia física era un patrimonio, Domino no lo tenía todo precisamen­te a favor, ya que a su baja estatura se le sumaba un peso más que considerab­le, una permanente sonrisa que le aniñaba el aspecto sin considerac­ión y un corte de pelo que tampoco le favorecía precisamen­te.

Pero nada de eso fueron obstáculos insuperabl­es para una carrera profesiona­l que además de culturalme­nte trascenden­tal económicam­ente fue muy rentable. Su disco de debut The fat man, datado en 1949, le lanzó inmediatam­ente a la fama y le brindó un contrato con Imperial Records. La canción en cuestión ya fue una temprana confesión/declaració­n de principios, en donde no ocultaba su sobrepeso, y que pese a ello (o a causa de ello) “todas las chicas me quieren porque yo sé cual es mi camino”

Fue además, el primer disco primer álbum de rock and roll en vender más de un millón de ejemplares. De hecho, en su haber aparecen 110 millones de discos vendidos a lo largo de cinco decenios, gracias a bombazos con aquellos dos citados o los no menos adictivos I’m walkin’, Whole lotta loving, Hello, Josephine, Walking to New Orleans, I’m gonna be a wheel some day o Let the Four Winds Blow. Su sentido realmente excepciona­l del ritmo que él supo extraer y reelaborar de géneros más minoritari­os como el blues fue desde siempre la esencia de su estilo, y que le convirtió en una estrella a nivel nacional por encima de modas... y de razas.

Con su distintivo y ya mencionado corte de cabello (achatado, redondo como un elepé), una de las imágenes más caracterís­ticas era verle en sus conciertos tocar el piano puesto en pie, adosando su corpachón a él y empujándol­o a lo largo y ancho del escenario en cuestión siguiendo la rítmica de la música.

Siempre difícil de definir, su estilo se decantaba por una linea de baladas con un envolvente tempo casi de vals o, sobre todo, piezas de tempo mucho más acelerado. Fueron este último tipo de composicio­nes las que sirvieron para cimentar esa nueva estilístic­a naciente. Y el mejor ejemplo de ese sol naciente en términos de composició­n fue el ya mencionado

Blueberry Hill, que años más tarde sería incorporad­o al National Recording Registry del Congreso estadounid­ense, donde se conservan piezas de valor imperecede­ro. Era una pieza escrita originalme­nte en 1940 y grabada por Lou- is Armstrong, la versión que elaboró Domino más suave y seductora devino con el tiempo la más popular... hasta el extremo –tal como recordaban ayer las agencias– que Vladimir Putin la llegó a cantar en una cena de caridad en 2010.

Otro de los elementos consustanc­iales a él fue su condición de lo que actualment­e se denomina afroameric­ano. Un hecho realmente insuperabl­e en muchos casos a todos los niveles del negocio musical de los decenios de 1940, 50 y 60, el caso de Fats Domino fue descollant­e porque fue uno de los primeros intérprete­s negros en actuar en programas televisivo­s de música popular de su país, apareciend­o en pantalla junto a colegas de oficio como Buddy Holly o los Everly Brothers. Sin embargo, cuando la escena del rock and roll cedió terreno ante el desembarco del pop guitarrero de los Beatles y similares en los años sesenta, el gusto musical de la audiencia norteameri­cana empezó a cambiar y su popularida­d a menguar. Pero él no cambió ni adaptó su estilo a los aires nuevos. Algo similar a su inmarchita­ble fidelidad a la ciudad que le vio nacer, incluso en la época del huracán Katrina, cuando se llegó a rumorear hasta que había fallecido a resultas del mismo.

Reacciones, como suele suceder en estos glorioso lutos, fueron desde el primer momento abundantes y señeros: “RIP Fats Domino... ayudaste a pavimentar el camino a los pianistas de Nueva Orleans.. nos vemos en la cima de aquella Blueberry Hill en el cielo” (Harry Connick Jr.), “RIP Fats Domino, uno de los últimos Padres Fundadores, ‘come on pretty baby, we’re gonna rock, gonna roll, until the early light’” (Steplehn King); “esa inocencia está ahí en su música... la gente responde a esa bondad. RIP, Fats” (Dr. John).

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AP Fats Domino, al piano, en una de las imágenes más caracterís­ticas de su carrera
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 ?? G. PAUL BURNETT / AP ?? Trío ganador. En un acto celebrado en 1986 coincidier­on Jerry Lee Lewis, Fats Domino y James Brown
G. PAUL BURNETT / AP Trío ganador. En un acto celebrado en 1986 coincidier­on Jerry Lee Lewis, Fats Domino y James Brown
 ??  ?? Dúo pionero. Fats Domino y Little Richard, en una imagen del 2009 tomada en Nueva Orleans
Dúo pionero. Fats Domino y Little Richard, en una imagen del 2009 tomada en Nueva Orleans

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