Soluciones para prescindir de los herbicidas
Daniel Valls, un agricultor con campos de cultivos ecológicos en Vilanova de Bellpuig (Pla d’Urgell), sostiene que es perfectamente posible prescindir del glifosato y otras sustancias de síntesis usadas para eliminar las malas hierbas. La primera solución es la rotación de los cultivos o cambiar de familias de cultivos; así, se reducen drásticamente las malas hierbas. “Esta es la principal arma del cultivo ecológico”, sentencia. Ahora el problema surge porque cuando, año a año, se repite el cultivo de una misma planta o de una misma familia de plantas, nacen malas hierbas y éstas cada vez son más resistentes. Otra solución que recomienda es ocupar toda la superficie del campo con determinados cultivos, como la alfalfa, para evitar que afloren las malas hierbas. “Esto, unido a la rotación, da grandes resultados”. En otros casos (por ejemplo, en el cultivo de la zanahoria) se pueden efectuar quemas de estas malas hierbas con todas las precauciones. Valls, productor de tomates, recurre también a otra fórmula eficaz: la instalación en el campo de acolchados de plásticos que permiten abrir huecos para que la planta crezca mientras se bloquea la aparición de malas hierbas. En el caso de la fruta se puede llevar a cabo una siega mecánica con el propio tractor.