Santander recortará 1.500 empleos en los servicios centrales
El ajuste es consecuencia de la absorción del Banco Popular
La dirección del banco Santander ha planteado a los sindicatos un recorte de unos 1.500 empleos de los servicios centrales por la integración del Banco Popular. A esa cifra se suma la reubicación de 575 personas del área de tecnología del Popular que se integrarán en Santander Tecnología.
La entidad que preside Ana Botín no llevará a cabo el ajuste de plantilla de la red comercial hasta el año 2019, cuando se produzca la integración tecnológica definitiva.
En estos momentos, el banco cántabro da empleo a 200.949 profesionales en todo el mundo, de los que unos 32.000 empleados trabajan en España. Entre los servicios centrales de Santander y Populaar trabajan ahora 7.000 personas, con lo que el recorte afectará al 21,42% de esta unidad.
El banco ha planteado a los sindicatos prejubilaciones a partir de los 58 años y bajas incentivadas, aunque los detalles y las indemnizaciones están sujetos al proceso de negociación, que comenzará formalmente el próximo 16 de noviembre.
Fuentes de UGT y CC.OO. comentan que “el ajuste es excesivo” y estiman que “existe recorrido en el ámbito de las recolocaciones”.
Según explicó Santander hace unos días, la reducción de plantilla se efectuará mediante un criterio de meritocracia en el que se aprovechará “el mejor talento” de ambas entidades, con un “esfuerzo especial” para que las salidas que se produzcan se realicen en “buenas condiciones”, informa Europa Press.
En cualquier caso, el ajuste se efectuará después de que tanto Santander como Popular aplicaran en 2016 sendos expedientes de regulación de empleo (ERE).
Desde los sindicatos recuerdan que “se trata de una empresa con beneficios y no puede en modo alguno afrontar un ajuste de empleo con medidas traumáticas”.
El Popular antes de ser adquirido contaba con 15.020 trabajadores, de los que 13.449 trabajaban en España.
La presidenta, Ana Botín, en su discurso durante la X Conferencia Internacional de banca organizada por la propia entidad, habló de talento, pero no hizo ninguna alusión al recorte en los servicios centrales.
Por el contrario, defendió “las mismas reglas de juego” para los bancos y las empresas tecnológicas a la hora de ofrecer servicios financieros. Reconoció que “la neutralidad en la regulación no existe”, por lo que “siempre hay un impacto”.
Solicitó que “en Europa la legislación debería apoyar la inversión en tecnología digital, y por lo tanto, la transformación digital de los bancos”. Y puso un ejemplo: “Hoy los europeos compran en Amazon, se comunican con WhatsApp, buscan trabajo en Linkedin e información en Google. Todas estas empresas tienen en común que son americanas”.
La entidad financiera llevará a cabo el ajuste de personal de las oficinas integradas a partir del año 2019