La Vanguardia (1ª edición)

“Díselo a todos, que no vuelva a pasar”

El libro póstumo de Jesús Martín reivindica la extensión del cribado del cáncer de colon en todas las comunidade­s

- CELESTE LÓPEZ Madrid

Si muero, será porque vivía en Madrid. No ocurriría si mi casa hubiera estado en el País Vasco. Díselo a todos, para que no vuelva a pasar”. Este es el mandato que recibió el periodista Carlos Hernández del que hace años fue su jefe y, siempre, su amigo, Jesús Martín. Se lo dijo poco antes de morir, hace unos días, sabiendo que el cáncer de colon que le diagnostic­aron hace un año le ganaba una guerra que fielmente recogió en su libro Mi maratón contra el cáncer, que al final logró ver impreso pero no podrá presentar el próximo lunes, 13 de noviembre. En él, subyace una llamada clara a los responsabl­es políticos que en demasiadas ocasiones se olvidan de qué es realmente lo que importa a los ciudadanos, la salud y el bienestar.

El sufrimient­o, el dolor y la angustia que él, su mujer Miguela, sus hijas, su hermana, sus amigos y sus compañeros han vivido podría haberse evitado (o al menos, haberlo reducido considerab­lemente) si Madrid, comunidad en la que vive (vivía), hubiera implantado antes una sencilla prueba de detección precoz que apenas cuesta dos euros. Una prueba que, pese a estar incluida en la cartera de servicios básicos del Sistema Nacional de Salud desde el 2014, se ha implantado lentamente en unas comunidade­s, mientras que otras, como el País Vasco, la tienen completame­nte extendida. Una prueba sencilla (recoger las heces), indolora, rápida y, sobre todo, efectiva, que consigue detectar el tumor de colon y recto en su fase inicial.

Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que luchó hasta el infinito para conseguir que el Ministerio de Sanidad incluyera este test en la cartera de servicios y, después, para que las comunidade­s aceleraran su implantaci­ón, de los 41.000 casos anuales de cáncer de colon, con esta prueba se evitarían casi 37.000. El cribado poblaciona­l de cáncer colorrecta­l a los ciudadanos de entre 50 y 69 años salvaría la vida anualmente a 3.600 personas. Sí, un total de 3.600.

Pero Jesús Martín no tuvo acceso a este test, pese a que se acercaba a los 60 años, porque Madrid no lo había implantado entonces (ha comenzado este año). Según la AECC, sólo País Vasco, Navarra, La Rioja y Valencia tienen el 100% de la población de riesgo (entre 50 y 69 años) cubierta. En estos territorio­s, morir por un cáncer de colon, el primer tumor maligno en incidencia en ambos sexos y el segundo en mortalidad, será en breve minoritari­o.

Jesús Martín supo pronto que él no estaba en ese selecto grupo de españoles, que la igualdad de oportunida­des y de servicios es una falacia, al menos, en materia sanitaria, la más importante para la ciudadanía, no hay que olvidarlo. Cuando le detectaron el tumor, ya estaba muy avanzado. Aun así, desde el primer momento decidió afrontar esta lucha con la mirada positiva que ha marcado su vida y la de los suyos.

Su libro (altamente recomendab­le) narra esa batalla, siguiendo una estrategia similar a la que realizaba para prepararse para un maratón. Porque Jesús Martín era un verdadero deportista. Siempre amateur, disfrutó de la práctica de numerosos deportes pero, especialme­nte, de la carrera, en la que encontró un espacio de libertad, de reflexión, de solidarida­d y de disciplina.

El texto hace referencia­s constantes a momentos vividos mientras preparaba con su amigo Paco las carreras, el sacrificio que suponían, cómo compaginab­a su trabajo (con largos horarios) con sus entrenamie­ntos, la preparació­n mental y física, las comidas... Jesús sabía enfrentars­e a desafíos e hizo lo mismo cuando le diagnostic­aron el cáncer.

Con ese bagaje, dispuso que el tumor no le iba a recluir en su casa, sino que decidió enfrentars­e a él como hacía con una carrera. Y como tal explica cómo volvió a andar y, paso a paso, volver a correr, poco a poco, lo que el cuerpo le permitía. Y buscó en los corredores que también se habían enfrentado a un cáncer, ejemplos que seguir, como anteriorme­nte había hecho con los maratonian­os más veteranos.

En esta ocasión, sin embargo, Jesús no ha podido alcanzar el mítico kilómetro 42. Aunque sí su objetivo si logra que ese test de detección precoz alcance a toda la población diana de este país.

UNA PRUEBA SENCILLA El test, que cuesta menos de dos euros, salvaría cada año 3.600 vidas EL OBJETIVO Este hombre se enfrentó al cáncer con la misma entereza que preparaba un maratón

 ?? J.M. ?? El periodista Jesús Martín, en una carrera en Madrid
J.M. El periodista Jesús Martín, en una carrera en Madrid
 ?? J.M ?? Jesús Martín, con su mujer, Miguela, y sus hijas, Julia y Lucía
J.M Jesús Martín, con su mujer, Miguela, y sus hijas, Julia y Lucía

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain