El ‘Hombre del Sofá’, al Arqueológico
El Hombre del Sofá, e sequen oda palo al agua en casa mientras su esposa se desloma en la multitarea cotidiana, ha entrado en vías de extinción. Tal es la creencia, pretensión o esperanza de millones de mujeres en todo el planeta. Y en ello confía, y para ello trabaja, la Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres. Esta organización, con el apoyo de Kaiku Sin Lactosa y la intervención artística de Rebeca Sánchez, plantó ayer en el Matadero de Madrid una escultura hiperrealista de un tipo en un sillón que, previa recogida de firmas a traprensa vés de la plataforma Change.org, quiere destinar al Museo Arqueológico de Madrid: “El lugar que le corresponde”.
El hombre sentado en el sofá, como de hecho se llama la figura a tamaño natural representativa del marido o compañero “que no colabora en las tareas del hogar”, quedó instalado en el centro cultural del Matadero en la confianza de que más pronto que tarde los responsables del Arqueológico lo acogerán en alguna de sus salas. “No han dicho que no. Creemos que dependerá de las firmas que recojamos”, dijeron las fundadoras del Club de Malasmadres, con Laura Baena como portavoz.
Para aderezar el descubrimiento oficial del individuo apoltronado en el sofá –un señor con barba que lee la y da el pego al 100%–, las organizadoras instalaron alrededor unos paneles con elocuentes datos sobre el reparto de trabajos en las casas de los españoles. La conclusión más jugosa es: cuanto más visible y gratificante es la tarea, más se animan ellos. Es decir, los tíos enseguida nos envalentonamos si de lo que se trata es de hacer una paella. Pero ir a comprar el arroz nos cuesta. Y hacer la lista de la compra..., eso casi siempre lo hacen ellas.
De acuerdo con un sondeo entre 27.000 personas, mientras el divertido momento de bañar a los chavales se reparte con relativo equilibrio entre un 38% de casos a cargo de la madre y un 24% del padre (el otro 38% corresponde a parejas sin hijos y No Sabe/No Contesta), del engorroso deber de cuidar a los críos, hablar con los profes y cumplir calendarios de vacunas se ocupan las mamás en un 50% de casos, los papás en un 6% y ambos en un alentador 37%. “Vamos mejorando”, dicen las Malasmadres.
En cuanto a poner lavadoras, la relación es de 66 (ellas) a 13. Y por cierto que la leyenda que acompaña a estas últimas cifras no tiene desperdicio: “Como todos sabemos, la ropa sucia tiene la facultad de reproducirse mientras espera a ser lavada. Subamos el porcentaje de hombres que ponen la lavadora y bajará el montón de la ropa sucia”.
Malasmadres crea una figura hiperrealista del hombre que no hace nada en casa para llevarlo al museo como especie en extinción