Sánchez lleva a Barcelona la próxima cumbre de la Internacional Socialista
El líder del PSOE considera vigente su pacto con Rajoy de revisar la Constitución
Ahora que más de 2.000 empresas han trasladado su domicilio fuera de Catalunya, y que está en riesgo la permanencia del Mobile y que la Agencia Europea del Medicamento recale en la capital catalana, Pedro Sánchez ha logrado que la próxima cumbre de la Internacional Socialista (IS) se celebre, precisamente, en Barcelona. Será los próximos 24 y 25 de noviembre, en el World Trade Center, según han adelantado fuentes socialistas a La Vanguardia.
Tras recuperar su cargo como líder del PSOE, Sánchez volvió a ocupar su plaza como vicepresidente de la IS en la última cita de su consejo en Nueva York, el pasado julio. Y en aquella reunión, propuso que la siguiente cumbre de esta organización que reúne a partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas de todo el mundo –150 formaciones en total– tuviera lugar en Barcelona. Y así será. Poco podía sospechar Sánchez entonces cuál sería la situación actual de Catalunya, pero ahora se felicita de haber impulsado la cita en Barcelona. Y es que en el PSOE consideran que esta cumbre de carácter internacional puede servir para empezar a “normalizar” la imagen de Catalunya, y de Barcelona como ciudad global, tras las incertidumbres generadas por el proceso independentista. La cita de la IS se produce a las puertas de la campaña del 21-D, y están previstas las intervenciones del líder del PSC, Miquel Iceta, el próximo viernes, y la de Sánchez, el sábado.
Será así la primera vez que el líder del PSOE vuelva a Catalunya, tras la aplicación del 155. Aunque Sánchez aprovechó ayer para seguir desmarcándose del PP y Cs ante el 21-D, tras una reunión de su ejecutiva en Valladolid. A ambos partidos les acusó de “electoralismo puro y duro” cuando advierten que el líder del PSC podría pactar con ERC tras los comicios. “Si tienen alguna duda sobre Iceta, que hablen con Mariano Rajoy o Soraya Sáenz de Santamaría”, atajó. E insistió en rechazar “la dinámica de frentes” para poder superar la situación en Catalunya.
Sánchez sigue confiando en que Rajoy cumpla ahora su compromiso de abrir el debate de la reforma de la Constitución: “Me tomo la palabra de Rajoy de manera seria, y hasta que no le escuche decir otra cosa de su compromiso, doy por buenas sus palabras”. Aunque admitió que no le ha telefoneado para cerciorarse: “Es al revés, si hay un compromiso que se rompe, tendrá que llamarme él a mi”.
Gobierno y PP sólo son partidarios de abrir una reforma constitucional si tras los trabajos de la comisión territorial del Congreso se ve que hay acuerdo en qué reformar y esa modificación cuenta con el apoyo suficiente. Un respaldo que el Ejecutivo cifra en el consenso que se consiguió para aprobar la Constitución de 1978. Y, de momento, no cree que sea posible, ya que no están presentes en la comisión, al menos de momento, Podemos, ERC, el PDECat ni el PNV. Íñigo Méndez de Vigo subrayó ayer que el acuerdo entre Rajoy y Sánchez fue abrir la comisión territorial, ya constituida. Y se verá al final de sus trabajos, en seis meses –plazo que podría ser ampliado, dijo–, si son necesarias reformas constitucionales o no.
El Gobierno no cree por ahora posible el mismo consenso de 1978 para una reforma constitucional