Mercenarios en Siria
Los 11 muertos por bombas de EE.UU. serían mercenarios
Después de que un grupo de ciudadanos rusos cayeran en un enfrentamiento con las tropas de Estados Unidos en la provincia de Deir Ezzor, el Kremlin afirma que pueden ser civiles, pero sin ninguna relación con el ejército regular.
El Kremlin no descarta que haya civiles rusos en Siria, pero su portavoz negó ayer que tengan ninguna relación con el Ejército ruso. Dimitri Peskov salía así al paso de las informaciones que dicen que Rusia tiene hombres armados sobre el terreno, después de que un grupo de ciudadanos rusos cayeran en un enfrentamiento con las tropas de Estados Unidos en la provincia de Deir Ezzor. Un grupo de investigación militar independiente sostiene que se trataba de un ejército privado, es decir, mercenarios.
No hay “información detallada específica” sobre lo que ocurrió, y sobre que podría haber civiles rusos en Siria, “ellos no pertenecen a las fuerzas armadas rusas”, aseguró Peskov. El incidente se habría producido el pasado 7 de febrero, según hizo público el Pentágono. Según una fuente militar que citaba ayer el diario Kommersant, estos soldados de fortuna participaban en un intento de varios empresarios locales próximos a Bashar el Asad para hacerse con el control de varios yacimientos de petróleo y gas.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró que soldados leales a El Asad, aliado de Moscú, atacaron posiciones de los aliados estadounidenses, las Fuerzas Democráticas de Siria. Como respuesta, las tropas estadounidenses bombardearon a sus rivales, causando al menos un centenar de muertos. Fuentes citadas por la agencia Bloomberg multiplican esa cifra por dos. Según Kommersant, entre los abatidos habría 11 rusos.
Un grupo de activistas que investigan las actividades militares en Ucrania y Siria, llamado Conflict Intelligence Team, con sede en Moscú, ha identificado a varios rusos abatidos en Deir Ezzor. Citando investigaciones en Twitter, ha dado a conocer el nombre y el lugar de procedencia de cuatro. Algunos de ellos, asegura, podrían haber luchado también junto a los rebeldes separatistas del este de Ucrania antes de unirse a la lucha contra el Estado Islámico en Siria. Y algunos podrían pertenecer a una empresa militar privada conocida como Grupo Wagner, que tiene un campo de entrenamiento en el sur de Rusia.
En octubre del año pasado el Estado Islámico difundió un vídeo con dos prisioneros que hablaban en ruso. El Conflict Intelligence Team cree que formaban parte del Grupo Wagner. “Aunque no es posible establecer el número de operativos de Wagner muertos en ataques aéreos de la Coalición (EE.UU.), está fuera de toda duda que el incidente tuvo lugar. Es destacable que los posts sobre sus muertes surgieran con bastante rapidez, ya que los familiares y colegas a veces saben de la muerte de los mercenarios rusos semanas o incluso meses después”, escribió el lunes en Facebook el Conflict Intelligence Group.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. identificó en junio pasado al subcoronel en la reserva Dimitri Utkin como el líder de Wagner y le sancionó por enviar hombres armados al este de Ucrania. A finales de 2016 fue fotografiado en una recepción en la que el presidente ruso, Vladímir Putin, le condecoraba a él y a otros militares por los servicios prestados a Rusia.
El incidente de Deir Ezzor podría poner al descubierto una nueva arma en la guerra híbrida del Kremlin. Si son mercenarios los que han luchado en el este de Ucrania o Siria, las autoridades rusas no mienten cuando dicen que su Ejército no está implicado, y además les permite ni informar de las bajas ni adjudicárselas como propias. Oficialmente, en Siria han fallecido 44 militares rusos.
Los fallecidos podrían trabajar para la empresa militar Wagner, que también actuó en Ucrania